Desde los primeros días de diciembre, cuando la festividad católica de Cristo Rey ha dado paso al tiempo de Adviento, en incontables hogares ecuatorianos comienza el trajín por arreglar el pesebre o nacimiento, colocar el árbol, adornar los balcones con luces multicolores y preparar la participación de chicos y grandes en las novenas y posadas dedicadas al Niño Dios.