Maquinarias arrancan decenas de árboles de raíz. Los esteros o riachuelos son rellenados. Se invaden áreas de bosques, zonas de amortiguamiento, cerros, riberas de ríos. Aquel lugar natural se transforma luego en edificios, urbanizaciones y ciudades que avanzan a medida que crece la población, desplazando a las especies que antes vivían en estos ecosistemas.