La posibilidad de que Donald Trump vuelva a ser electo presidente de los Estados Unidos es real. En todas las encuestas importantes aparece últimamente liderando las posiciones. Si fuese elegido, varios de los procesos internacionales actuales cambiarían dramáticamente porque sus visiones son distintas de aquellas sostenidas por la tradicional política estadounidense. La principal de ellas es el aislacionismo.

Donald Trump pide anular el juicio civil en su contra por fraude empresarial

Aislarse de los problemas globales y concentrarse en los domésticos no es una visión reciente, ni exclusivamente republicana. De hecho, los Estados Unidos tardaron mucho, por ejemplo, en involucrarse en las dos guerras mundiales del siglo pasado. En la primera de ellas, transcurrieron casi cuatro años para que la decisión se tome, y en la segunda más de dos y su ingreso fue precipitado por el ataque directo a su territorio por parte del Japón. Desde entonces los Estados Unidos han sido probablemente el actor internacional más proactivo de la historia, debido a la preeminencia militar, política y cultural alcanzada en el siglo XX, pero el mundo está cambiando.

Los Estados Unidos continúan siendo la mayor economía internacional y, de lejos, la principal fuerza militar.

El movimiento MAGA, cuyas siglas que en español podrían ser “hagamos América grandiosa de nuevo”, liderado por Trump sigue la retórica de su líder y genera la imagen de que las organizaciones y la cooperación internacional son instrumentos usados por el resto de los países para aprovecharse de los Estados Unidos y que a esta nación le iría mejor y sería más próspera en solitario, dado su mercado, economía y recursos naturales. Trump en su presidencia extrajo a los Estados Unidos del Acuerdo comercial transpacífico, negociado por largos años y diseñado como un instrumento para competir internacionalmente asociando a varias economías asiáticas. La estabilidad de la OTAN fue amenazada porque exigió más contribuciones monetarias europeas e incluso insinuó la posibilidad de retirarse. Desertó de los acuerdos de París sobre cambio climático, de los compromisos para la desnuclearización de Irán a los que reemplazó con hostilidad hacia Teherán, creó impuestos a las importaciones y promovió una política agresiva contra las migraciones desde América Latina.

Donald Trump dará un testimonio clave en el juicio por fraude en su empresa

De ser reelegido, y de materializarse la retórica actual, el apoyo estadounidense a Ucrania disminuiría o desaparecería, y ello ocasionaría un alejamiento importante con la Unión Europea y el Reino Unido, sin que necesariamente implique el fin de la guerra; la presión contra China sería más dura y mayor la fragmentación económica global. Ningún programa global de mitigación del cambio climático, en que es indispensable Washington, tendría garantías de continuidad.

“Examen ideológico y campos de detención”: los planes de Donald Trump respecto a la migración si regresa a la presidencia de Estados Unidos

Los Estados Unidos continúan siendo la mayor economía internacional y, de lejos, la principal fuerza militar. Su aislamiento económico y político, y la ausencia de normas que mitiguen su poder internacional, sería muy costoso para naciones que dependen en grado importante de exportaciones primarias o que sean vulnerables a desastres naturales, o al uso de la fuerza como instrumento de política exterior. Es el caso de los países de América Latina y el Caribe. Si Trump es elegido, el mundo será distinto y eventualmente más riesgoso. (O)