La labor que cumple la Sociedad de Lucha contra el Cáncer, Solca, en la ciudad de Cuenca, desde hace ya más de seis décadas, es ampliamente reconocida por la comunidad local y regional. También lo es a nivel nacional e internacional.

El trabajo de esta institución de salud sin fines de lucro ha trascendido por su compromiso con los pacientes, con la salud pública, su comprobado profesionalismo y su alta ética médica.

El orgullo por las cosas bien hechas que caracteriza históricamente a los cuencanos tiene en Solca a una de sus organizaciones emblemáticas, porque sus tradicionales virtudes institucionales, como responsabilidad, sólido conocimiento científico, continua formación profesional y humana de sus integrantes, uso adecuado de la tecnología, investigación médica aplicada y buena relación médico-paciente se mantienen y reflejan en la práctica hospitalaria cotidiana. Asimismo, identifica a esta institución su afán permanente de servir cada vez a más personas, con la más alta tecnología y con la mejor calidad profesional y humana de todos quienes la conforman.

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En este contexto, la sincera alegría de sus médicos, enfermeras y funcionarios, por la próxima adquisición de un sofisticado equipo, un Ciclotrón, no hace sino confirmar el talante moral que define el alma colectiva de quienes forman parte de Solca Cuenca. Se trata de un acelerador de partículas que permite la producción de un radiofármaco que, administrado por vía intravenosa al paciente, posibilita la obtención de imágenes muy precisas que ayudan grandemente en la determinación de la extensión y gravedad de la enfermedad y en el seguimiento al procedimiento aplicado. Los pacientes, sus familias y la sociedad en general –razón de ser de la institución– son directamente beneficiados por la utilización de este tipo de tecnología que permite la realización de diagnósticos mucho más específicos y, en consecuencia, tratamientos focalizados y concretos para paliar los efectos de la enfermedad y, en muchos casos, para superarla.

El presente de Solca se puede definir como uno de arduo, eficiente y humanista servicio a la comunidad...

La adquisición de este equipo es un acontecimiento positivo que se suma a otro aún mayor como es la construcción –muy avanzada– del nuevo edificio, que tiene una extensión de 37.088 metros cuadrados y que albergará 100 nuevas camas, además, claro está, de laboratorios y otros espacios hospitalarios diseñados con esmero y que utilizarán la más avanzada tecnología. Las nuevas instalaciones entrarán en funcionamiento durante el primer semestre del próximo año.

El presente de Solca se puede definir como uno de arduo, eficiente y humanista servicio a la comunidad, reconocido por propios y extraños. Su futuro es aún más desafiante y mejor, pues con la ampliación física de su planta hospitalaria, que prácticamente duplica su actual capacidad, la constante incorporación de nuevos equipos con tecnología de punta; y, la permanente preparación científica y humanista de todo su personal, podrá servir a un mayor número de personas, de manera cada vez más eficiente, contribuyendo así, significativamente, con el cuidado de la salud pública y la vida de la gente de Cuenca y de la región. ¡Enhorabuena! (O)