Las universidades ecuatorianas y las del mundo han fijado como uno de sus objetivos estratégicos a la internacionalización de sus actividades, que significa establecer relaciones globales e interinstitucionales para la cooperación y el mejoramiento mutuo en los ámbitos de sus competencias, como son la gestión, docencia, vinculación con la colectividad e investigación. Para concretarla se definen procesos y actividades que pasan por generar vínculos de trabajo con instituciones extranjeras. En el caso del Ecuador, la movilidad de estudiantes nacionales hacia centros de estudio en otros países es uno de los caminos que se siguen a través de convenios que permiten que se realicen programas de intercambio estudiantil por lapsos determinados.

Los docentes e investigadores, igualmente, son protagonistas en diversas formas de movilidad internacional. Es necesario incorporar a esta experiencia de estudiantes, profesores e investigadores a otros funcionarios que cumplen tareas administrativas en las instituciones de educación superior. De esta manera, las comunidades universitarias se relacionan e interactúan con sus pares extranjeros, conscientes del gran beneficio que representa vivir y comprender otras formas de ser y de hacer.

Una de las modalidades actuales y de mayor impacto en el proceso de internacionalización de las universidades ecuatorianas es la realización de estudios de posgrado por parte de sus docentes que permanentemente realizan maestrías, doctorados y posdoctorados en centros académicos extranjeros. La relación que establecen con sus profesores, compañeros de estudio e investigadores, con quienes trabajan durante su formación de cuarto nivel, debe mantenerse a lo largo del tiempo porque representa, en la práctica, la participación en redes o equipos de trabajo dinámicos que incorporan cada vez a más estudiantes, docentes e investigadores locales.

(...) vivir situaciones académicas en realidades sociales diferentes lleva en sí una serie de enseñanzas positivas...

La experiencia de vivir situaciones académicas en realidades sociales diferentes lleva en sí una serie de enseñanzas positivas y enriquecedoras tanto en el plano de la docencia y de la investigación, como en el ámbito cotidiano de la vida cultural y universitaria del país de acogida, caracterizada en la mayoría de los casos por la búsqueda de nuevos enfoques, la tentativa siempre presente de romper paradigmas vigentes en cada una de las áreas del conocimiento y el afán de contribuir con el desarrollo de la ciencia y la tecnología en beneficio de las comunidades locales, a las que se deben, y de la sociedad global, de la cual todos formamos parte.

Entre los muchos aspectos benéficos de la internacionalización de la educación superior, uno muy importante es el desarrollo de un nivel de conciencia cada vez más lúcido en estudiantes, administrativos, docentes e investigadores ecuatorianos, respecto al valor del trabajo académico verificado y acreditado, que debería producir un virtuoso efecto que permitiría superar la vanidad y la ostentación –propias de los que comprenden poco y mal– producto de los títulos obtenidos, que sin la posesión del contenido que los justifiquen no son sino rimbombantes y alegóricas etiquetas. (O)