Hay una frase que dice: “donde la ignorancia con arrogancia grita, el silencio con elegancia enseña”; el ignorante no por regla general es agresivo, ofensivo, difamatorio o propenso a caer en las adicciones y en los vicios.

Hacer lo que nos guste

Cada quien escoge el camino. Es verdad que la ignorancia es agresiva y por eso ha pasado a ser la vergüenza de los pueblos y de los humanos. ¿Cuántos sabios e iluminados fueron sacrificados por ella? A Sócrates lo repudiaron los poderosos y lo mataron por decir su filosofía como: “solo sé que nada sé” o “conócete a ti mismo”; y hasta ahora la tarea de la ignorancia es agredir al que medio sabe algo.

(...) hasta ahora la tarea de la ignorancia es agredir al que medio sabe algo.

Estas personas quieren imponer su soberbia diciendo: “esto es así y punto”. A Sócrates lo envenenaron con la cicuta; a Cristo por querer salvar al mundo lo sacrificaron en la cruz; a Mahatma Gandhi lo mató un fanático preocupado porque liberó a India del abuso de los ingleses; a Nelson Mandela lo tuvieron preso por decenas de años solo por luchar contra la discriminación racial apartheid y el abuso del poder; lo mismo a Martin Luther King lo mataron por luchar contra el abuso del poder de los blancos contra los negros; Simón Bolívar, el libertador de cinco naciones murió pobre, enfermo y discriminado en Santa Martha. Existen miles de ejemplos de cómo el hombre en su desconocimiento todo lo quiere destruir. Sin embargo, los pueblos cultos y educados siempre vivieron mejor, por ejemplo naciones como: Suiza, Suecia, Finlandia, Japón, Corea del Sur, entre otros.

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Todos llevamos un poco de grandeza

Ahora si a la ignorancia le añades el fanatismo es lo peor, en esos casos el único camino es la guerra y la confrontación, de los cuales los únicos sacrificados son los jóvenes, a quienes se les obliga a luchar por cosas que no tienen sentido y que son inventadas por los líderes. (O)

Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro