Sobre el “Programa Económico del Gobierno Nacional” propuesto a los ecuatorianos aún no tenemos información detallada. Las autoridades económicas han anunciado, a través de los medios de prensa, que los próximos días enviarán, para debate y aprobación, a la Asamblea Nacional un proyecto de Ley con carácter económico urgente. Debemos entender que dicho proyecto buscará superar el problema de sobre-endeudamiento que vive el país, señalado con claridad por la Contraloría; así como solucionar las deficiencias presupuestarias, acentuadas con la sentencia de la CAN respecto de la tasa aduanera.

“¿La economía en espera?”, lo hemos comprobado. El precio del barril de petróleo, nuestro principal producto de exportación se ha incrementado, señal positiva que debería llevar a que los inversionistas consideren que el país cuenta con más recursos para financiar su presupuesto y cumplir con sus deudas, por lo cual su percepción de riesgo país debería bajar, sin embargo subió, volviéndose más difícil para la actual administración salir a captar recursos para financiar las ya debilitadas arcas fiscales.

Frente a los hechos descritos, es hora de que el Gobierno nacional presente a nivel de detalle el “programa macroeconómico integral gradual del Ecuador”, elaborado con pragmatismo y para mejorar el empleo de calidad, convocando a los organismos internacionales (Banco Mundial, BID, FMI, CAF) a respaldar “nuestro programa” con recursos a plazos de hasta 25 años y tasas muy convenientes, garantizando además espacios de confianza y reperfilamiento de la deuda con bilaterales (China y otros), así como la apertura de nuevos mercados de financiamiento. No más falsos nacionalismos en este delicado momento de la patria.

El programa macroeconómico debería contener como mínimo: (i) Una propuesta de Ley de Transparencia de las Finanzas Públicas, que implique dar a los contribuyentes e inversionistas confianza sobre la gestión de las cuentas públicas; inclusión de una regla fiscal de déficit estructural; un fondo de ahorro a utilizarse en “tiempos de vacas flacas”; eliminación de normas legales existentes como secreto y reserva en procesos de endeudamiento fuera de etapa de negociación, eliminación de la “no contabilización” de títulos y ciertos tipos de operaciones de deuda; prohibición de que el Gobierno tome préstamos del Banco Central, entre otros. (ii) Una propuesta de Ley de Inclusión Financiera y Represión de Lavado de Dinero, que promueva un ecosistema de pagos digital que amplíe la cobertura, mejore la calidad y competencia de los servicios financieros, favoreciendo el uso de medios de pago a los excluidos del sistema (geográfica, ingreso, etc.); facilite el ingreso de la banca internacional con supervisión proactiva y eficaz de grupos financieros nacionales e internacionales; evaluación de tasas de interés y precios de los servicios financieros con base en los principios de protección al consumidor, para garantizar la provisión de los mismos, pues el producto o servicio más caro es el que no existe.

Es el momento de que el estadista tome las mejores decisiones para la economía del Ecuador, pensando no solo en el corto plazo, sino en el futuro de las nuevas generaciones. El enemigo es la pobreza, el narcotráfico y la corrupción.(O)