Se calcula que más de 3 millones de ecuatorianos viven fuera del país. Este año pensé mucho en todos los que por una u otra razón decidimos salir del Ecuador. Lo más difícil de no estar con los nuestros es la época de Navidad y fin de año.

Tuve la oportunidad de conversar con tres ecuatorianos que viven en Nueva York. Hablaron de sus recuerdos navideños, enviaron un mensaje para su familia y pidieron un deseo para nuestro país.

Blanca B. nació en Cuenca. Hace catorce años dejó Ecuador y no ve a su madre, hermanos y sus dos hijos. En Navidad participaba en la procesión de la ciudad y acudía a la misa de la parroquia. Durante sus primeros años en Nueva York, trataba de obviar esta fecha para no estar triste. Pero desde que nació su hija empezó a poner el arbolito en su casa. Envió este mensaje a su familia en Ecuador: “Que mantengan las tradiciones y recuerden lo especial de estas fechas: el nacimiento del Niño Jesús. Dios quiera, algún día regrese y vuelva a revivir los momentos que pasé allá”. Su deseo para el país: “Me gustaría que crezca. Que el Gobierno se dé cuenta de que a veces ellos piensan que hacen bien, pero la gente sale perjudicada, especialmente los campesinos”.

Claudio Guamán nació en Cojitambo, cerca de Azogues. Hace once años dejó a sus padres, hermanos y dos hijos. De Ecuador recuerda la novena y que su papá, Humberto, tocaba el acordeón mientras cantaban villancicos. El 24 de diciembre iba a la misa de la parroquia, luego de la cual se repartían juguetes para los niños del barrio. Claudio siente que la Navidad en Estados Unidos es diferente porque a veces se trabaja en Nochebuena. Si no trabaja ese día, la pasa con sus dos hijos nacidos en Nueva York. Su mensaje para su familia: “Que Dios los bendiga. Que nos dé fuerza para seguir adelante, algún día volver a estrecharnos en un abrazo”. Su deseo para Ecuador: “Que supere todo lo malo, que haya mucha paz y armonía. Que mejore la situación económica y que haya trabajo para los ecuatorianos”.

Manuela R. creció en Cuenca. Hace 21 años se alejó de su madre y hermano. Manuela siente una doble tristeza en estas fechas, no pasa con su familia la Nochebuena y tampoco está con ellos el día de su cumpleaños: 25 de diciembre. Ella cuenta que en diciembre los jóvenes iban a la montaña a recoger musgo para el pesebre. En la noche cantaban villancicos. Manuela tiene dos hijos nacidos en Estados Unidos y el 24 de diciembre pasa con ellos, pero dice que nada es como estar en Ecuador. Muy conmovida envió un mensaje para su mamá: “La quiero, la extraño mucho. Espero que Dios me dé vida para volverla a ver”. Y su deseo para Ecuador: “Quisiera que se supere y salga de esa crisis que lo está llevando al borde del abismo”.

Así como Blanca, Claudio y Manuela, hay muchísimos otros ecuatorianos que aun estando lejos de sus familias se sienten cerca de ellos en estas fechas. Sin importar quiénes seamos o dónde estemos, todos tendremos algo en común esta Nochebuena: estaremos en casa con nuestros seres queridos. Será como la canción de Navidad de Bing Crosby: “La Nochebuena me encontrará. Cuando la luz del amor brille estaré en casa para Navidad… estaré, aunque sea solo en mis sueños”. (O)