La comunicación del señor Echeverría se inicia con un clásico ataque ad hóminem, una falacia tradicional para descalificar ideas atacando a quien las esgrimió, sin debatirlas.

Me limito a precisar que el Instituto Cato es una institución con una explícita orientación liberal y cuya misión es promover la libertad de los individuos, tanto para realizar intercambios voluntarios, así como para tomar decisiones acerca de aspectos íntimos de sus vidas. El señor Echeverría se refiere, además, a principios de economía internacional y teoría monetaria que expresan falacias lógicas y argumentos mercantilistas con dudosas fuentes teóricas y empíricas. Sobre estos temas he escrito numerosos artículos en el pasado (cada uno con sus respectivas fuentes), encontrándose muchos de ellos incluidos en mi libro recientemente publicado Entre el instinto y la razón (Cato Institute y Paradiso Editores).(O)

Gabriela Calderón,
Guayaquil