Con mucha preocupación leo las opiniones de Gabriela Calderón en la columna de Opinión de EL UNIVERSO. Comprendo que ella pertenece a la Cato Institute, que es la extrema derecha de Estados Unidos fundada por Charles Koch, seguidor a ciegas del capitalismo Laissez-Faire; es decir, la no intervención del gobierno en la economía, el brutal capitalismo puro sin conciencia social.

En su columna del 9 de diciembre del 2014 lanzó cifras de Panamá y El Salvador intentando restar importancia al déficit comercial de un país; cifras reales por cierto, pero en el caso de Panamá no incluye la inversión inmobiliaria extranjera continua, así como el factor de que tiene una mina de divisas llamada Canal de Panamá; ni que es un paraíso fiscal. Panamá, efectivamente, lleva 100 años dolarizado y 90 de pobreza y desastre económico. En el caso de El Salvador, menciona un crecimiento de 1,8% como resultado. Para Ecuador, descender a ese nivel sería una seria recesión. Cada país tiene sus factores económicos únicos y las cosas se analizan a profundidad, y no a vuelo de pájaro.

Decir que tener una moneda fuerte no resta competitividad en las exportaciones con Perú y Colombia cuando ellos devalúan, no vale la pena ni debatirlo. Va contra toda lógica. Las salvaguardias arancelarias por devaluación de las monedas vecinas son justas y necesarias. Ecuador debe defender su dolarización a toda costa. El Gobierno así lo entiende muy claramente, pues sabe que las consecuencias de salir de ella serían funestas; por esto sería una completa irresponsabilidad no mirar el balance de divisas que entran y salen del país, pues es en resumen, al estar sin capacidad de impresión de moneda, el balance del medio circulante en el país. Simplemente, cuantos dólares hay en el país. Y si baja el medio circulante, bajarán los créditos, las ventas y toda la economía. Así de sencillo. Con la baja del petróleo el Ecuador enfrenta dos problemas interrelacionados, el primero y más serio es la baja de ingreso de divisas y su repercusión en la economía dolarizada, como se menciona anteriormente. Para solucionar esto solo hay dos medidas, cortas la salida, o sea importaciones, y aumentas las entradas vía inversión extranjera. El segundo es el déficit presupuestario para el cual igualmente cortas los egresos vía recortes en el presupuesto, y aumentas los ingresos vía aumento de impuestos o financiamiento. El reciente viaje a China solo refleja la responsabilidad y previsión del Gobierno actual. Lograr los créditos y apoyo no fue tarea del viaje. La tarea se hizo hace más de un año y en el viaje solo se concretó. El Gobierno ha tomado absolutamente todas las medidas necesarias para defender la economía y garantizar la dolarización. Dichas medidas pisarán callos y dolerán a muchos, pero son imprescindibles; no tomarlas sería una invitación al desastre a corto plazo.(O)

Gustavo Echeverría Pérez,
Agricultor, avenida Samborondón,