«Previo» no debe emplearse con el sentido de ‘antes de’

«Previo» no compone con la preposición «a» una locución adverbial. Se trata de un adjetivo y tiene que apuntar a un sustantivo para denotar que lo que se menciona en el referido nombre ‘ocurre primero’ o ‘está delante’, ya sea en el tiempo o en el espacio.

De ahí que está bien decir, p. ej., «en la cita previa se definieron las condiciones del contrato» o «el ambiente previo a las elecciones fue hostil». Pero no es recomendable que se use con las propiedades de un adverbio con el sentido de ‘antes de’, como en el ejemplo siguiente:

No hay que consumir lácteos previo a una sesión de ejercicios. Esta frase queda mejor con la expresión «antes de», así: No hay que consumir lácteos antes de una sesión de ejercicios.

Incluso, el uso inapropiado del adjetivo «previo» puede imprimir oscuridad en los mensajes, como en la oración que continúa:

Se hizo el depósito en el banco, previo a la apertura de la cuenta. Cáptese que lejos de indicar anterioridad, la frase es un completo desatino: ¡se depositó el dinero y después se abrió la cuenta bancaria!, ¡¿a dónde habrán ido a parar esos millones?!

PARA RECORDAR: «Previo» es adjetivo y debe calificar a un sustantivo. Por su carácter de adjetivo, su género gramatical es susceptible de cambios: cita previa, ambiente previo. Esto, precisamente, es lo que indica que la estructura es correcta.

Cuando se fuerza a que cumpla funciones de adverbio, su género solo puede ser masculino: Se hizo el depósito en la cuenta, previo a la certificación del cheque. Aquí, la inmovilidad del género da la pista de la irregularidad de la frase y obliga a cambiar «previo a» por «antes de».

«Mujer ruraliana» y «mujer rural»

El vocablo «ruraliana» no ha ingresado al Diccionario académico, pero en esta obra sí constan los elementos que lo constituyen. Examinemos sus componentes:

«Rural» es la raíz. Este adjetivo se refiere al campo (vida, costumbres, labores, etc.).

El sufijo -ano, -ana compone adjetivos que denotan origen o pertenencia. También toma la forma de -iano, -iana.

Como el significado del sufijo afecta a la base, la frase «mujer ruraliana» puede transmitir varias ideas: mujer del sector rural, mujer oriunda de la zona rural, mujer de costumbres lugareñas, mujer que gusta de la vida del campo, mujer comprometida con la región rural o mujer que ama la vida rural.

El adjetivo «rural» también forma parte de nuestro léxico, y en determinados contextos puede usarse en vez de «ruraliano» y «ruraliana»; no obstante, este neologismo transmite matices más expresivos.

«Ruraliana» posiblemente se creó por analogía con suburbana, parroquiana, ciudadana u otros adjetivos que comparten la misma terminación y denotan pertenencia u origen.

Familia léxica: Ruralismo (cualidades o características que definen el ámbito rural), ruralmente (de manera rural), ruralista (relacionado con el ruralismo o propio de él; defensor de las causas del sector rural), ruralado (campesinado; conjunto de campesinos).

 

FUENTES:
Ortografía de la lengua española (2010), Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario de americanismos (2010) y Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española. Diccionario Clave (en línea).