La exministra de Gobierno María Paula Romo rechazó la supuesta responsabilidad en el “desfalco” al Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol) de la que fue acusada por el exministro de Gobierno y exlegislador José Serrano en su comparecencia de este lunes ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional y dijo que sus declaraciones son muestra de que está “acorralado”.

Serrano pidió ser recibido dentro del proceso de juicio político en contra del superintendente de Compañías, Víctor Anchundia, por incumplimiento de funciones en el control de las operaciones de inversión de los recursos del Isspol, provocando una afectación que superaría los $ 900 millones.

El exministro aseguró que Romo en julio del 2020 autorizó la renegociación de bonos cuando el Ecuador cayó en default (suspensión de pagos de deuda externa) y había necesidad de recursos, lo cual generó un perjuicio grave a los fondos de la entidad y podría configurarse un peculado.

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Ante las acusaciones, Romo emitió un comunicado en el que asegura que Serrano “al sentirse acorralado... lanzó acusaciones desesperadas intentando confundir a la Comisión de Fiscalización”.

Según Romo, la revelación clave se dio con el cheque que presentó el asambleísta Fernando Villavicencio, por $ 230.000 girado por Jorge Chérrez, exgerente de operaciones de Decevale, a María Christiansen, una colaboradora de Serrano y parte de su círculo íntimo, en enero del 2018.

“Este documento prueba la relación Serrano–Chérrez, lo que pone todavía más luz sobre este caso”, manifestó.

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Sobre su relación con Chérrez, Serrano durante la comparecencia dijo que fue casual y que surgió a raíz del terremoto de Pedernales en Manabí en el año 2016, ya que Chérrez “entregó vituallas y alimentos a los damnificados”.

Serrano, quien vive actualmente en EE. UU., dijo que cuando lo necesiten regresará al país.

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No obstante, Villavicencio expresó que Christiansen fue una alta funcionaria del Ministerio del Interior en la administración de Serrano y aseguró que hay una relación mucho más profunda, pues ambos viven en Estados Unidos, donde también permanece Chérrez.

En tanto, la exministra agregó que en las declaraciones vertidas por Serrano, mezcla la estafa al Isspol con la operación de renegociación de la deuda del Ecuador, en la que Isspol no toma ninguna iniciativa.

“Mientras fui ministra investigué, descubrí y denuncié esta estafa, enfrentando a los poderes políticos y económicos involucrados. La estrategia de distracción de Serrano es solo señal de cinismo y desesperación. La tesis que expuso hoy coincide con la defensa de Chérrez cuando revelamos la estafa ¡no es una coincidencia!”, subrayó Romo.

“Es el Estado ecuatoriano el que propone y los tenedores toman una decisión. Esta renegociación, reconocida como un importante hito para el país, implicó reprogramar más de $ 17.000 millones de deuda en el año 2020″, agregó.

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Romo señaló que a la operación en cuestión dieron visto bueno todos los acreedores del país y que Isspol autorizó, “en teoría”, renegociar algo más de $ 100 millones que creía tener en su portafolio. “Digo en teoría porque precisamente en la investigación de esta gran estafa se llegó a determinar que los bonos estaban en manos de Jorge Chérrez y llevaban años fuera del control del Isspol”, sentenció.

En el comunicado, Romo recordó que Chérrez “manejó $ 693 millones de la Policía Nacional solo en ‘operaciones’ con bonos”. Indicó que iniciaron en el 2014 y que la más grande, de $ 327 millones, se dio en el 2015. (I)