Dos años después de que un juez en Ecuador le concediera la prelibertad a Dritan Rexhepi, y a más de un año de no saber de su paradero, pues dejó de cumplir las medidas impuestas para la prelibertad, el nombre del albanés volvió a tomar relevancia una vez que las autoridades de Turquía informaron oficialmente que Rexhepi, líder del grupo narcodelictivo conocido como Kompania Bello, fue detenido en Estambul dentro de una operación conjunta denominada Cartel, que incluyó a agentes de las Policías de Italia y Albania.

Rexhepi desapareció del radar de las autoridades ecuatorianas a principios de 2022, cuando dejó de cumplir las medidas dispuestas por el juez de garantías penitenciarias del Guayas Diego Poma, dentro de una aprobación del pedido de prelibertad solicitado por el extranjero por cuestiones de salud. En lugar de la cárcel se le dispuso el uso de grillete electrónico y las medidas de presentación periódica y prohibición de salida del país.

El albanés se mantenía detenido desde el 2014, pues fue uno de los once capturados dentro del operativo Balcanes realizado en Ecuador. Por el delito de tráfico de drogas, el conocido como el Zar o el Rey de la cocaína fue sentenciado en Ecuador a trece años de cárcel, de los cuales solo cumplió siete. El beneficio penitenciario de prelibertad se concretó en 2021, pese a que sobre el extranjero pesaban pedidos de extradición hechos por Italia y Albania.

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Ditran Rexhepi, el ‘rey de la cocaína’, dirige sus operaciones en una cárcel de Ecuador desde el gobierno de Rafael Correa hasta la actualidad

A inicios de 2023, audios e información filtrados por el medio digital La Posta, dentro de un trabajo denominado El Gran Padrino, pusieron en el ojo público a Dritan Rexhepi o Dritan Gjika (el albanés mantenía al menos seis nombres falsos para moverse y mover su irregular negocio).

Los informes de la operación León de Troya referían, entre otras cosas, que Rexhepi mantuvo una relación empresarial con Rubén Cherres. Entre ambos fundaron al menos trece empresas, en mayoría vinculadas con constructoras e inmobiliarias.

Los seguimientos policiales dentro de la operación supuestamente evidenciaron un sinnúmero de reuniones y conversaciones entre Cherres, Rexhepi o Gjika e individuos que serían parte de lo que se conocía como la mafia albanesa.

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Quito, miércoles 30 de agosto del 2023. Rueda de prensa de los familiares y abogados del coronel de Policía José Luis Erazo, quien investigó el caso León de Troya, donde estaría presuntamente involucrado un cuñado del presidente de la República. Denuncian que los investigadores quedaron en indefensión. Rolando Enríquez/API Foto: API

Los descubiertos tratos empresariales entre Cherres, Rexhepi y la mafia albanesa llamaban la atención no solo porque se trataría de negocios que aparentemente tenían que ver con la creación de empresas fachada para el envío de droga desde Ecuador hasta Europa y el lavado de dinero, sino también por la amistad cercana de Cherres y Danilo Carrera, cuñado de quien era el presidente de la República, Guillermo Lasso.

Informes policiales señalan que el cartel dirigido por Rexhepi transportaba innumerables y millonarios cargamentos de droga desde países de América del Sur hasta Europa. Se cree que, estando detenido en Ecuador, el albanés seguía dirigiendo el envío de droga, situación que se incrementó estando fuera de la cárcel y del alcance del sistema de justicia ecuatoriano.

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Dritan Rexhepi era buscado a nivel internacional al tener sentencias por homicidio intencional, tráfico de drogas, secuestro, falsificación de documentos de viaje, armas y municiones. Antes de llegar a Ecuador, el albanés ya había concretado la fuga de prisiones de Albania, Italia y Bélgica.

Fiscalía unifica en un solo proceso los casos Encuentro y León de Troya

Tanto Cherres como Carrera, así como otros funcionarios públicos, exfuncionarios públicos, empresarios e intermediarios, empezaron desde el 10 de enero pasado a ser investigados por la Fiscalía al ser parte de un entramado de corrupción en empresas públicas del sector eléctrico. Carrera era analizado por supuestamente influir en la designación y cambios en altos cargos en las empresas públicas de los sectores petrolero y eléctrico.

Para finales de febrero pasado, la Fiscalía informaba de la solicitud hecha a un juez de la Unidad Judicial de Manta para reabrir la causa archivada por un fiscal de Manabí que investigaba una red de tráfico de sustancias sujetas a fiscalización en la que supuestamente aparecía el nombre de Cherres, Carrera e individuos relacionados con la mafia albanesa. Se dijo que la decisión de retomar la investigación se adoptó luego de un análisis y al encontrar nuevos elementos de convicción.

Rubén Cherres ya era buscado para ese momento, pero meses después, a finales de marzo pasado, fue asesinado en una casa ubicada en Punta Blanca (Santa Elena, junto con su pareja, su chofer y el guardia de seguridad de la vivienda). Una de las aristas dentro del informe León de Troya era indagar hechos relacionados con el delito de narcotráfico en el que aparentemente estaban involucrados ciudadanos albaneses y que podría tener conexiones con la contratación y nombramientos públicos en lugares clave para la estructura.

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La investigación periodística denominada El Gran Padrino fue nombrada por la Fiscalía como caso Encuentro. Ese hecho generó malestar en el Ejecutivo de Guillermo Lasso, el cual tenía como eslogan: “Gobierno del encuentro”. Finalmente el eslogan quedó como “Gobierno del Ecuador”.

Desde el 25 de octubre pasado, la Fiscalía busca pasar en el caso Encuentro de la fase preprocesal de investigación previa a la etapa de instrucción fiscal por el delito de delincuencia organizada. La fiscal de Pichincha Luzmila Lluglla pidió a un juez anticorrupción fecha para formular cargos contra los siete sospechosos de haber participado en este presunto entramado de corrupción en empresas públicas del sector eléctrico.

En la lista inicial de procesados están Danilo Carrera; Hernán Luque, expresidente de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO); Leonardo Cortazar, a quien se ubica como operador de la red de corrupción; además de Antonio I., exfuncionario de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL); Julio L., Jorge O. y Roberto B., supuestos intermediarios de la red.

La primera convocatoria para una audiencia estuvo dada para el pasado 31 de octubre. Esta no se concretó debido al pedido de diferimiento planteado por cinco de los siete sospechosos. El juez Eduardo Andrade, de la Unidad Especializada en el Juzgamiento de Delitos Relacionados con Corrupción y Crimen Organizado, decidió por esa “única vez” diferir la diligencia y dejarla para el 16 de noviembre próximo, a las 14:00.

Danilo Carrera ha rechazado de forma tajante la acusación de estar "a la cabeza de una estructura de corrupción en las empresas públicas" o aquella otra de decir que el decidía "quién trabajaba para el Estado y quién no". Foto: Roberto Espinoza Mogro

Horas antes de conocerse el diferimiento, la noche del lunes 30 de octubre último, la Fiscalía informó mediante un comunicado que a los hechos del caso Encuentro se sumarían hechos investigados dentro de la operación León de Troya. Según la Fiscalía, la decisión de acumular las causas se dio con el fin de fortalecer el proceso que se sostendrá ante el juez Andrade.

“Luego de encontrar hechos relevantes en el proceso de investigación y tras un análisis profundo, ha determinado la presunta existencia de un esquema de corrupción sistemática en contra de la Administración pública que incluiría varias instituciones del Estado (BanEcuador, Aduanas, Cenel, entre otras) en el caso León de Troya, que se relaciona con el caso Encuentro. Por consiguiente, se ha optado por acumular ambas causas en un solo caso denominado Encuentro”, explicó la Fiscalía.

Se conocerán los hechos exactos que configurarán la delincuencia organizada que se persigue y respecto a los que Fiscalía formulará cargos en el caso Encuentro-León de Troya únicamente el jueves 16 de noviembre, en que se instalará la audiencia en una de las salas del Complejo Judicial Norte, en Quito.

Pese a que se ha convocado una diligencia contra siete personas, este número de sospechosos podría incrementarse dependiendo de los elementos que encuentre la fiscal en la etapa de instrucción fiscal, e incluso existe la posibilidad de que pueda reformularse el delito por el que inicialmente se abre el proceso penal. Por el momento, el nombre del albanés Dritan Rexhepi, Dritan Gjika o Benjamin Omar Pérez García —nombre falso con el que el extranjero ingresó a Estambul, en Turquía— no es parte del proceso penal que estaría por abrirse en el caso Encuentro. (I)