Andrea González, compañera de fórmula de Fernando Villavicencio, dice que trabajará en tres ejes relacionados con el medioambiente: economía verde, desarrollo sustentable y cambio climático. Aparte, es necesario combatir a las mafias, pero no solo las que tienen que ver con el narcotráfico, sino a las que trafican madera, especies, minería ilegal... “Todo va finalmente a los mismos bolsillos, con ese dinero compran las armas con las que nos matan”, refiere la aspirante de la alianza Gente Buena, Construye, lista 25.

¿Cómo surgió su candidatura vicepresidencial?

Fernando y yo nos conocimos hace muchos años; él como periodista, yo como activista ambiental, luchando por lo mismo, la libertad y los derechos de los otros. Nos juntamos por primera vez en la campaña del 2020-2021 para ser asambleístas nacionales. Nos sentamos a conversar, conocimos la visión de cada uno. Él viene de la izquierda, yo vengo sin esas banderas por mi generación (milenial), en la que es difícil hallar personas que se clasifiquen de ese modo. Yo estaba segunda en la lista con él, en el movimiento Concertación de César Montúfar. Ahí se crea Gente Buena, que es el movimiento civil al que pertenecemos los dos, y con el que ingresamos a Construye. Él lucha contra la corrupción, yo tengo la bandera del desarrollo sostenible.

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Esta no fue su primera participación electoral, ya fue candidata a la Viceprefectura del Guayas en binomio con Valentín Salas, por la Unidad Popular, en el 2018-2019. ¿Cómo fue que participó por esa agrupación de izquierda si usted dice que no se identifica con ninguna ideología política?

Es el mismo formato de ahora, para participar en una elección se necesita un partido, una estructura, aunque entres como una alianza civil. Yo nunca estuve afiliada a Unidad Popular como tal, sino que era parte de un ala civil que hizo alianza para lanzarse bajo la lista 2. Y por cierto, parte de las propuestas que tenemos, y que responde a lo que quiere el electorado, es un cambio en las reglas de cómo se manejan los partidos políticos porque si bien nos quejamos que trabajen por sus intereses particulares, las leyes les permiten hacer eso. Los obligan a participar en elecciones o tener un mínimo de votos o representaciones porque si no se extinguen.

Pero se supone que los partidos son para eso, para participar en elecciones.

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Exactamente, pero por eso es que se generan tantos candidatos y tenemos esta bulla electoral que no permite que las generaciones que vienen ni siquiera se tomen la molestia de investigar quiénes son... Estamos perdiendo la lucha con las mayorías electorales de cómo comunicamos y ejercemos la políticas en el país. Me encantaría tener un partido que represente el desarrollo sostenible del país, pero los requisitos que hay que cumplir y la forma en que se maneja esto no permiten que los jóvenes cumplamos ese sueño; y no vemos que los partidos pongan en sus agendas o planes de gobierno ese tema porque tienen que buscar cómo sobrevivir.

En esta elección, que es inédita, hay siete candidatas a la Vicepresidencia cumpliendo con la paridad de género que se establece en el Código de la Democracia. ¿Pero basta una ley para fomentar a participación política de las mujeres?

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No basta la ley. El Tribunal Contencioso tomó la decisión de aplicar la paridad de género en esta elección cuando ya Fernando y yo habíamos anunciado la única candidatura que tenía esa igualdad, recordemos que Jan Topic había elegido a Pedro Freile y tuvo que cambiarlo por Diana Jácome. Me parece que todo esto debería ser más natural. Elegir a un binomio no tiene que ser solo por el género sino por el proceso, es muy difícil conocer a una persona en nueve semanas y consensuar todos los temas.

QUITO (12-06-2023).- Fernando Villavicencio y Andrea González, presentaron su candidatura en el Consejo Nacional Electoral. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

¿Cree que la figura del vicepresidente es necesaria?

Somos de los pocos países del mundo en que el vicepresidente es un ombligo, no molesta ni ayuda, pero ahí está. El vicepresidente tiene dos funciones: reemplazar al presidente de forma temporal o permanente y hacer lo que él le delegue. Pobre vicepresidente Borrero, que lo rayan de florero, pero a él lo único que le delegaron fue el tema de la salud en emergencia de COVID-19. En el plan de Gobierno que hicimos con Fernando le pedí tres ejes, que para quienes no conocen los términos podría parecer que me quiero adjudicar el Ministerio del Ambiente, pero no es así, porque son temas transversales. Le digo el eje y le pongo un ejemplo. Primero, cuando hablamos de economía verde nos referimos a todos los empleos que se pueden generar en la transición energética del sector productivo, todas la bananeras, camaroneras, floricultoras tienen que ir cambiando del diésel a energías renovables, y en eso hay pequeños negocios que van creciendo, y chicos que se van a estudiar fuera y regresan al Ecuador y tienen ideas increíbles de transformar productos prémium en superprémium, por ejemplo, bananeras ecológicas. Segundo, desarrollo sostenible, cuando el tema está en agenda de la Vicepresidencia podemos conseguir un montón de fondos internacionales no reembolsables, incluso para subsidiar pequeños tanques de pensamiento de donde salen estos proyectos que se venden al mundo; tercero, el cambio climático, se nos viene un El Niño que requiere de las manos de todos, esto tiene que trabajarse con el Sistema de Gestión de Riesgos, queremos recuperar algo parecido a lo que fue la Defensa Civil en el sentido de usar a los chicos en territorio como voluntarios.

Hablando del tema ambiental, ¿cuál es su postura frente a la consulta popular para dejar el crudo del Yasuní ITT bajo tierra?

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La posición de Fernando y Andrea es la que deberían tener los otros candidatos, y si no están equivocados. Tenemos un plan A y un plan B. En el caso en que gane mantener el crudo bajo tierra, entramos a la gran disyuntiva de cómo llenar el hueco de estos “llene aquí la cifra” millones de dólares que produce el Yasuní. Ahí es donde empieza la primera parte de ese plan: debemos tener las cuentas claras, los números cambian en cada estudio de una manera impresionante. La calidad del petróleo es peor que la que se creía, ya de por sí Ecuador tiene uno de los peores petróleos del mundo porque es muy pesado y ácido, y el que mejor se vende en el mundo es ligero y dulce. Mientras más se va explotando el Yasuní se va encontrando que este crudo es prácticamente brea; según un estudio de Petroecuador, la venta de un barril de buena calidad es de 97 dólares, pero el que hay en el Yasuní no se puede vender en ese precio. Primero hay que sacar bien esas cuentas. Dicho esto, tengo mucha fe a que si pudimos lograr un canje de deuda por Galápagos que es un ecosistema maravilloso, biodiverso, pero que no contempla personas, para Yasuní mucho mejor.

¿Por qué funcionaría ahora y no antes?

Porque la postura de Ecuador cuando se presentó el proyecto fue la de una amenaza. Le dijimos al mundo que si no nos daban $ 6.000 millones íbamos a entrar a destruir el territorio de tribus no contactadas, e incluso podíamos incurrir en un genocidio. Vamos a tener el apoyo mundial si gana el sí para llenar ese bache con creces.

¿Y cuál es el plan B?

Si gana el no, y se decide seguir extrayendo petróleo del Yasuní, volvemos a repetir el paso 1 y sacaremos bien las cuentas, porque a lo mejor creemos que tenemos la gallina de los huevos de oro y los huevos son de cobre, y luego se tiene que hacer un panel intergubernamental para determinar cómo manejar la situación de derechos humanos de estas tribus no contactadas... Yo votaré porque se quede el petróleo en el Yasuní.

A Villavicencio se lo conocer por su lucha contra la corrupción, ¿qué aporte puede hacer usted con su perfil de ambientalista?

La lucha anticorrupción de Fernando es similar a la de los activistas ambientales. Por ejemplo, no hay que romantizar la minería ilegal, confundimos eso con la minería artesanal no regularizada, que sí, cabe dentro de lo ilegal, pero esa plata no va a parar a las grandes mafias internacionales. En un solo campamento ilegal de Los Tiguerones se producían $ 60.000 mensuales de oro vendido al mercado negro, estamos hablando de que se están llevando ese dinero de nuestra tierra, y con él compran armas con las que nos están matando. La minería ilegal, la pesca ilegal, el tráfico de aletas de tiburón, el tráfico de madera y especies no son ajenas a estas mafias de corrupción a las que Fernando y yo vamos a combatir. Él es experto en la corrupción de cuello blanco, y nosotros los activistas somos los expertos en ingresar a los territorios. La plata va a los mismos bolsillos: las mafias organizadas. (I)

Bio de bolsillo

Nombre: Andrea González Nader

Edad: 36 años

Lugar de nacimiento: Guayaquil

Estado civil: Divorciada

Hijos: Dos

Formación académica: Es ingeniera en Medioambiente, docente de desarrollo sostenible en escuelas y colegios de la ciudad, y activista ambiental.

Pago de impuesto a la renta: En el 2022 pagó $ 465 por impuesto a la renta en su actividad de consultoría privada. En el 2020 y en el 2021 no se refleja ningún pago, ella dice que en ese momento era profesora de varios colegios que lo asumían. (I)