El desempeño del otorgamiento de créditos en este 2024 dependerá de factores como que el Gobierno del presidente de la República, Daniel Noboa, consiga un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que conlleve financiamientos externos, lo que implicaría el ingreso de un mayor flujo de dólares a la economía ecuatoriana.

Esa es la perspectiva que se mencionó la tarde del 12 de marzo de 2024 en el panel organizado por la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).

El indicador del riesgo país es clave para definir el panorama sobre la disponibilidad de créditos en Ecuador. El 2023 cerró con un riesgo país de 2.080 puntos, lo que se redujo a 1.200 puntos durante este 2024.

Publicidad

“Esta es una caída importante, sin embargo, todavía nos mantenemos alejados de los países vecinos Colombia y Perú y sin la posibilidad de volver a mercados internacionales para financiarnos... El camino para volver a los mercados internacionales no se avizora en el corto y mediano plazo”, asegura Andrea Villarreal, directora económica de Asobanca.

Un riesgo país menor ayudaría en el acceso a recursos económicos en mejores condiciones desde el exterior.

El sector bancario trajo hasta diciembre de 2023 un total de 2.800 millones de dólares para canalizar en nuevos créditos, que llegan en condiciones variables de acuerdo al mercado.

Publicidad

Una condición es que sean entregados a sectores productivos. “Ocho de cada diez dólares entregados en nuevos créditos en 2023 se colocaron en manos de sectores productivos... Seis de cada diez dólares del microcrédito se colocaron en manos de mujeres... El 60 % de las operaciones de microcrédito entregado a jóvenes menores de 25 años se canaliza para emprendimientos”, asegura Villarreal.

La especialista indica que las perspectivas económicas del país se han ido ajustando gradualmente. “Hay un proceso de ajuste macroeconómico importante principalmente ligado al potencial cierre de brechas fiscales que ahora se hace más tangible por el aumento del impuesto al valor agregado (IVA), lo que regirá desde abril próximo, esto abre una oportunidad para atraer nuevas fuentes de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que se sumen otros organismos multilaterales”.

Publicidad

Lo ideal, agrega, es que estos fondos lleguen al país en el segundo o tercer trimestre de este año. “El sistema financiero se ha mantenido con niveles de solvencia y liquidez importantes, a pesar de la restringida liquidez que hay en el país y de la incompatibilidad de lo que sucede en el mundo con las tasas de interés y lo que existe en Ecuador en materia normativa, al tener techos en las tasas de los créditos, lo que exacerba la desaceleración del crédito que estamos atravesando”.

“Para el sector financiero, el nivel de impuestos aprobados fue una imposición muy superior al resto de actividades empresariales del país, más de siete veces superior y esto tiene un efecto sobre la liquidez del sector financiero, particularmente en el bancario”.

La consecuencia negativa sería una contracción en el crédito de 1.800 millones de dólares durante este 2024. “Es un escenario que se debe revisar dependiendo de la cantidad de financiamiento que podamos conseguir (...), mientras todo esto no se avizore, nuevos recursos de financiamiento, nos mantenemos con unas perspectivas de desaceleración en el crédito”, dice Villarreal.

Tres recomendaciones para mejorar el escenario económico y financiero del Ecuador

Mejorar la calidad del gasto público, que el Banco Central del Ecuador siga en la cobertura de reservas internacionales frente al total de pasivos, políticas de focalización de subsidios y el manejo de la deuda acorde a la situación del país son algunas de las medidas complementarias que deberían aplicarse para mejorar el dinamismo económico en este 2024, dice Villarreal.

Publicidad

Una última evaluación del FMI y el Banco Mundial del sector financiero del Ecuador incluyó tres recomendaciones principales para el país en este ámbito.

1.- Los techos de las tasas de interés del crédito. La recomendación de estos organismos es que los techos deben moverse hacia tasas que permitan reflejar las condiciones del mercado, afirma Villarreal, en lugar de la rigidez existente para el crédito ecuatoriano.

2.- Los requerimientos de liquidez que tienen las entidades del sector financiero. El planteamiento fue avanzar hacia las mejores prácticas internacionales. “Que estos requerimientos no sean arbitrarios, que sean transparentes y que se promueva, en la medida de lo posible, que sean uniformes y estándares para todos los actores del sistema financiero”. Más puntualmente, según Villarreal, la recomendación fue revisar lo que se denomina el coeficiente de liquidez doméstica: “Un indicador que es muy lejano a tener un componente que mide temas de liquidez, sino que representa una restricción para la libre movilidad de capitales y potencialmente ahuyenta la inversión y nuevos recursos que pudieran entrar al país”.

3.- Los actores del sistema financiero (bancos y cooperativas) deben operar bajo las mismas normas. Si la actividad es la misma, dice Villarreal, que la administración de los riesgos y la supervisión también lo sean. “Eliminar arbitrajes regulatorios para tener un sistema financiero homogéneo con una competencia adecuada”.

La economía ecuatoriana tuvo un rebote positivo después de la pandemia, creciendo casi el 10 % en 2021, pero desde entonces este ritmo de crecimiento mermó. El PIB (producto interno bruto) real subió un 2,6 % en 2023 y estimaciones indican que esta tendencia seguirá en este 2024 cuando se prevé un aumento del 1 %.

“El consumo privado se reducirá este año a causa de una desaceleración en el crédito de los bancos. La inversión privada va a sufrir este año por la crisis de inseguridad y la inestabilidad política y hay una baja de la producción petrolera, lo que impacta a la actividad económica”, dice Saúl del Real, analista de la Agencia de Calificación Crediticia Fitch Ratings.

El cierre del bloque petrolero del ITT, en el Parque Nacional Yasuní, y el posible impacto del fenómeno de El Niño son riesgos que pueden afectar el crecimiento macroeconómico, agrega. (I)