Una vez que el Gobierno ha declarado este 23 de diciembre la obligatoriedad de la vacunación contra el COVID-19 en Ecuador, la autoridad sanitaria aclaró dentro de sus lineamientos que la inoculación no es obligatoria para personas que presenten alguna condición médica o contraindicación.

La obligatoriedad de la vacunación contra el COVID-19 en el territorio nacional se declara, según el Ministerio de Salud Pública (MSP), “debido al estado epidemiológico actual, el riesgo de las nuevas variantes, disponibilidad y acceso de vacunas, así como la evidencia científica actual”.

En el punto 5 del lineamiento dictado se especifica que “se considera esquema completo de vacunación a las personas que cuenten con dos dosis o dosis única, según corresponda el tipo de vacuna”. Eso es lo que debe constar en el carnet que entrega el MSP o en el certificado virtual que se puede obtener a través de su página web.

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Pero hay una excepción que se registra en el punto 7 de dicho documento normativo: “La vacunación no será obligatoria para las personas que presenten alguna condición médica o contraindicación debidamente certificada”.

Los lugares públicos donde se pedirá carnet de vacunación en Guayaquil

¿Qué quiere decir esto? El MSP no lo aclara en los lineamientos, pero dentro de su estrategia de vacunación, los médicos la han restringido a quienes han sido recientemente infectados por el virus. Esto porque, según los estudios médicos, quien haya superado el COVID tiene unos seis meses de inmunidad proporcionada por la infección previa. Pero si ya pasaron más de seis meses, entonces es conveniente —y ahora obligatorio— que reciba la vacuna.

En Cuenca, así como en otras ciudades del país, personal del Ministerio de Salud Pública vacuna a niños de entre 5 y 12 años. Foto: API

¿Qué personas presentan riesgos contra la vacuna del COVID-19?

El alergólogo Carlos Daniel Serrano dice que hay pacientes con ciertas condiciones médicas que podrían tener complicaciones por la vacuna del COVID: “Personas con asma grave no controlada, individuos que previamente han tenido anafilaxias (reacción alérgica severa) y enfermedades muy raras, como las llamadas mastocitosis (infiltración de la piel u otros órganos y tejidos, cuyas manifestaciones clínicas son múltiples y varían de un paciente a otro)”.

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Si deciden ponérsela, deben estar muy bien vigilados para atender posibles reacciones, sugiere el médico.

Las personas que no tenían antecedentes de esas patologías, pero que presentaron anafilaxia después de la primera dosis, en ellos está contraindicada la segunda dosis, precisa el doctor Serrano.

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En todo caso, para quedar exento de esta obligación, la persona debe tener un certificado médico que lo avale, indicando el tipo de padecimiento.

El médico Javier Flores dice que las contraindicaciones para la vacunas contra COVID-19 también son personas que cursan la enfermedad al momento, sean alérgicos a uno de los componentes de la vacuna y tengan antecedentes de shock anafiláctico (alergia grave/complicada). “Por otro lado, los pacientes inmunocomprometidos (terapia de corticoides, quimioterapia, entre otros) de acuerdo a los lineamientos de la CDC pueden vacunarse posterior a la evaluación y aprobación de médicos tratantes”.

Flores hace un llamado a las autoridades para que se solicite certificado de vacunación con código QR, que es menos falsificable que el carnet de cartón que se emiten en los vacunatorios del Ministerio Salud Publica para evitar falsos certificados que terminan apoyando la no vacunación.

¿Las personas alérgicas se pueden vacunar?

La mayoría de la gente, incluso alérgicas, puede recibir las vacunas teniendo un riesgo (de efectos secundarios) similar al de la población en general, refiere el doctor Serrano.

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Solo se debe tener una precaución y vigilancia posterior a la vacunación con aquellos individuos que son alérgicos a un alimento, medicamento o a la picadura de una abeja y que han presentado anafilaxias, que son esas reacciones que se inician rápidamente después de la exposición al desencadenante, que compromete la piel, la vía respiratoria, el tracto gastrointestinal o el aparato cardiovascular, tumbando la presión arterial.

El resto de individuos, el que tiene urticaria crónica, el que tiene rinitis, un asma controlada o una alergia alimentaria simple, no tiene ningún riesgo superior al de la población general. Basta con que el paciente sea observado unos 15 o 30 minutos en el mismo centro de vacunación; después de eso, ya no requiere una vigilancia intensiva.

Ecuador es el primero en la región en hacer obligatoria la vacunación contra el COVID-19; Alemania, Austria y Grecia tienen previsto hacerlo en 2022

Desde este jueves, en Ecuador se empezó a solicitar en algunos lugares el certificado de vacunación para el ingreso.

Entre el 20 y el 21 de diciembre, hubo un alza de 467 contagiados en el país. Además hubo un incremento en la ocupación de camas en las unidades médicas. En las unidades de cuidados intensivos (UCI), el porcentaje de ocupación oscila entre 24 % y 77 %. De acuerdo con el Vacunómetro, una herramienta que permite seguir el proceso de inoculación, un 84,84 % de la población vacunable, es decir, la mayor a 5 años, ha recibido la primera dosis; y el 77,23 %, la segunda dosis. (I)