La nueva pensión de jubilados que se aplicaría, en caso de ser aprobada la reforma propuesta por una Comisión Interinstitucional, tendría varios componentes. Uno de ellos sería $ 250 mensuales para cada uno de los jubilados, que provendrían de la contribución del 40 % del Estado. Adicionalmente, habrá otro rubro calculado en relación a los aportes que se han hecho durante los años de trabajo y finalmente un fondo de ahorro conformado por la cesantía, la jubilación patronal, entre otros.

Este es el nuevo perfil de la pensión jubilar propuesto para el Ecuador, comentó este jueves Pablo Lucio Paredes, miembro de la Comisión Interinstitucional, quien realizó una nueva exposición dentro del proceso de socialización de la reforma. El evento se desarrolló en el Teatro Shakespeare de la Universidad San Francisco de Quito.

Pablo Lucio Paredes explicó en primera instancia que el objetivo de esta nueva organización de la pensión obedece a que se ha buscado que el 40 % que entrega el Estado al IESS sea transparente y más equitativo. Es que ahora estaba sucediendo que ese 40 % le llegaba en proporción más a quien más pensión recibía y menos al que menos recibía. En cambio, al igualar en $ 250, más inflación, ese rubro se consigue haciendo que los que menos tienen puedan acceder a un más alto monto de pensión y que los que más tienen reciban menos, pero sabiendo que ellos tendrán opción de tener mejores ahorros para la vejez.

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A más de esos $ 250, el jubilado recibirá lo que se obtenga del cálculo de los aportes, según las nuevas condiciones. Esto es 60 años de edad y 35 años de aportes (ya no 30 años) y con los cálculos de los mejores años que se irán extendiendo en el tiempo para pasar de los cinco mejores años a los 30 mejores años. Esto terminará de ajustarse en tres décadas.

Estos cambios se han dado considerando que actualmente al sistema de pensiones del IESS es inviable, y una de las causas es que los jubilados reciben una tasa de reemplazo que puede ser del 50 % con 70 años y aportando 10 años y del 100 % con 70 años, aportando 40 años. Esto calculado por los cinco mejores años.

La idea es hacer más sostenible el fondo haciendo que la tasa de reemplazo sea de entre el 30 % y el 60 %, por los 30 mejores años, pero promoviendo ahorros que serán para complementar la pensión.

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Pablo Lucio Paredes indicó que ningún fondo puede ser viable si ofrece –como ahora está sucediendo- pagos equivalentes a siete u ocho veces lo que se había aportado.

Así, la curva del IESS cambiará. Por ejemplo, una persona de ingresos medios con el actual sistema recibe unos $ 600 y con la nueva recibirá un monto igual. Pero, en cambio, una persona que recibe una pensión de las más altas, entre $ 1.100 y $ 1.500, bajaría a un rango de $ 700 a $ 1.100, pero podrá acumular altos ahorros de vejez.

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Mientras, Rodrigo Ibarra, profesor de la Universidad San Francisco y principal de la empresa Actuaria, explicó que el tema demográfico es un riesgo en la sostenibilidad del sistema de pensiones. Actualmente hay aproximadamente 3 millones de afiliados y 700.000 jubilados, es decir, hay más o menos cinco afiliados que mantienen a un jubilado. Pero a futuro esta relación se irá cortando hasta llegar a situaciones como la de Francia, en donde hay 20 millones de afiliados pero 10 millones de jubilados (relación dos a uno, que lo hace insostenible).

Según Ibarra, hay al menos siete causas de la crisis del IESS: la evolución demográfica que se caracteriza por una baja natalidad, el envejecimiento de la población que es más amplio que antes. La injerencia de la política en la administración y la toma de los recursos por parte de los gobiernos. La eliminación del 40 % le hizo un gran daño al fondo. Ahora solo quedan $ 6.000 millones, lo cual alcanza para un año y medio de jubilaciones. Adicionalmente, la inclusión en la afiliación de amas de casa fue algo demagógico. Adicionalmente se han incumplido los mandatos actuariales que indicaban que cada cinco años se debía revisar el tema.

Confirmó que actualmente el Fondo de Pensiones recibe aportes por $ 2.400 millones, pero necesita $ 5.000 millones, por lo que hay un hueco cada año de $ 2.600 millones. Sin embargo, para Ibarra, un tema más eficiente para mejorar el sistema sería incrementar la tasa de aportación.

Entre tanto, la propuesta de la Comisión ha generado críticas de los sectores sindicales. Este viernes, las críticas también salieron desde el representante de los trabajadores en el Consejo Directivo del IESS. Richard Gómez aseguró en Teleamazonas no estar de acuerdo con la propuesta y por más técnica que sea “no cuenta con el aval de los sectores que aportamos a la Seguridad Social”, dijo. Agregó que en la propuesta se le carga el problema a las espaldas de los trabajadores, pero nada se dice sobre las responsabilidades del Estado y de los empleadores. Para Gómez, esta propuesta le significa al trabajador más aportes y menos pensión. En todo caso, aunque dijo estar en contra, considera que podría servir de insumo para discusiones futuras.

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La propuesta de la Comisión Interinstitucional sí establece que, de ser aprobada, en seis meses el Estado y el IESS deben ponerse de acuerdo para el pago de la deuda de pensiones.

En el tema de los deudores al IESS, este 14 de julio se conoció que la institución hizo una convocatoria oficial para contratar a un gestor de recuperación de cartera, antes de la fase de coactiva. (I)