Los operativos anunciados para combatir la delincuencia y criminalidad arrancaron ayer en varios puntos de la ciudad.

Los 550 uniformados que llegaron a Guayaquil estuvieron desde temprano en varias calles. En el sur, en las avenidas Raúl Clemente Huerta y en la Domingo Comín los conductores fueron parados, se revisaron carros y documentos.

También una treintena de uniformados de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) y de la Policía se tomaron ayer un segmento de la avenida Carlos Luis Plaza Dañín, en el norte de Guayaquil, para ejercer controles antidelincuenciales.

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En el ingreso a la ciudadela Kennedy y a pocos metros de la avenida Pedro Menéndez Gilbert, los agentes pararon la marcha de varios carros livianos y motocicletas.

Los ciudadanos aprobaron el desplazamiento de uniformados, pues consideran alarmantes los recientes casos.

Luis Adrián dijo que le parecía oportuno que detengan unidades en busca de potenciales asaltantes.

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El teniente Leopoldo Ramón, de la FAE, subrayó que controlaban el porte ilegal de armas, que solo su grupo revisa máximo 175 carros en al menos cuatro paradas. Los militares estuvieron antes en la avenida de las Américas, frente a oficinas de la Aviación Civil.

En paralelo, un grupo de policías recorrió varias vías del centro de Guayaquil, como la Rumichaca, para realizar chequeos a transeúntes.

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Eso luego de pasar las pruebas de COVID-19, que desde las 07:30 les realizaron en los centros municipales Zumar, donde dormirán los nuevos policías que han llegado desde varias ciudades del país a la urbe.

Este miércoles a 115 uniformados designados a Bastión Popular les realizaron las pruebas. Tras el resultado negativo eran enviados a los operativos que se efectúan en siete puntos de la urbe porteña considerados de alta peligrosidad.

En otros centros municipales del sur, suburbio y norte de Guayaquil se aplicaron más pruebas a los agentes.

La alcaldesa Cynthia Viteri visitó temprano Zumar de Bastión Popular. Ahí indicó que el hospedaje está listo en las instalaciones y recordó que se han adquirido cocinas, lavadoras, secadoras y otros equipos para que los policías estén cómodos en sus alojamientos.

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Además, se prepara un listado de equipos que deben comprarse para el trabajo de los policías, entre ellos, 1.250 GPS, 100 celulares, 4 drones, 200 radios portátiles y 63 camionetas para controlar el orden y disuadir los robos en zonas comerciales, en vísperas de las festividades navideñas y de fin de año. Esas camionetas serán usadas por los agentes metropolitanos.

Viteri dijo que, en total, el Municipio ha invertido en seguridad $ 15 millones pese a que, como en salud, no es su de su competencia.

Detalló que el año pasado en las camionetas del plan Más Seguridad, en gasolina y en la unificación de los sistemas de videovigilancia de la ciudad se invirtieron $ 13 millones.

Ahora, dijo Viteri, se invierten $ 2,5 millones más en las nuevas adquisiciones, pero agregó que se pedirán explicaciones en las mesas que cada quince días se van a instalar para evaluar la seguridad en el Puerto Principal.

Son tres mesas: una para determinar las estrategias, otra para analizar cifras y la tercera para revisar los casos y los resultados de los operadores de justicia, algo que es una queja constante de la Policía por las medidas cautelares que reciben los sospechosos.

La alcaldesa también destacó que “unos 400 policías están de niñeras”, pues casi 140 personas han recibido arresto domiciliario y eso implica que tres uniformados cada día deben dejar de patrullar en las calles para hacerse cargo de su resguardo. Cada uno cumple un turno de ocho horas.

Viteri aprovechó la presencia de la prensa en Zumar para anunciar la compra de 20 motoambulancias para el Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

Dijo que estos vehículos servirán para que en accidentes de tránsito los paramédicos lleguen más rápido y puedan brindar ayuda a los heridos hasta que la ambulancia logre acceder al sitio. (I)