Todos los días a las 09:00, Teófilo Ayala barre el portal del comedor Valeria, ubicado en la entrada de Palestina, de forma lenta y pausada. Luego, con ayuda de tres familiares, comienza a preparar arroz, menestra de fréjol, guatita y secos de pollo y gallina. Asa carne de res y cerdo que vende a los pocos comensales que llegan.

El restaurante de don Teófilo, como lo conocen en el barrio, es el único “sobreviviente” de al menos diez negocios que se dedicaban a la venta de comida hace cuatro años en este sector.

Ayala asegura que la construcción de la vía perimetral, que bordea el cantón para agilizar los tiempos de viaje a turistas y al transporte pesado, disminuyó sus ingresos. “Llevo más de diez años con mi comedor, soy el único negocio que queda en pie luego de la inauguración de la vía (en 2013), muchos locales cerraron, sus dueños se fueron a otras ciudades... Antes los traileros (conductores de camiones) entraban y nos compraban... ahora cocino menos y los únicos que me compran son las personas que viven aquí”, se lamenta.

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Pese a la merma en sus ingresos cree que fue correcta la construcción del bypass. “Es verdad que disminuyeron los accidentes de tránsito y las personas atropelladas... se acortaron los tiempos a Quevedo, pero lo que queremos es algún sistema con horarios para que los conductores pasen o alguna plaza para poder vender”, sostiene.

Las quejas en materia económica son compartidas por Vanessa Mendoza, quien tiene un negocio informal de venta de caldo de salchicha en la entrada a Balzar, cantón ubicado a 40 minutos de Palestina. “Antes del bypass vendía 300 platos diarios, ahora no llego a los 100, apenas alcanza para vivir... la construcción de esa perimetral nos afectó a los negocios de comida, muchos (comerciantes) se han ido...”, dice.

Cantones como Palestina (43 %) y Santa Lucía (42 %), donde se construyeron perimetrales y bypass, registran un crecimiento poblacional por debajo de la media nacional (51 %) desde 1990, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

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El director de Obras Públicas de la Prefectura del Guayas, Fernando Núñez, defiende la construcción de estas rutas y asegura que responden a estudios de crecimiento vehicular: “Las personas estuvieron acostumbradas a vender sus productos, en especial comida... desafortunadamente para ellos el incremento de vehículos a nivel provincial ha sido estrepitoso... y se debió cambiar la dirección del flujo de tráfico para que no ingresen a zonas pobladas, el que toma la perimetral o el bypass es un vehículo que no va a pernoctar... hemos acortado los tiempos... es lo correcto”.

En cambio, los habitantes de recintos como Carlos Julio, Pedro Vélez, Puerto El Palmar, Chola 1, Chola 2, La Unión, entre otros, pertenecientes al cantón El Empalme, afirman que la Prefectura, por construir las perimetrales, los dejó aislados.

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Javier Solórzano, morador de Pedro Vélez, indica que varias veces han protestado por el mejoramiento de las vías de segundo orden y caminos vecinales: “Está bien que hagan perimetrales... pero deben mejorarnos nuestras vías que parecen trochas, en invierno se ponen peor”.

Esto es refutado por Núñez, quien asegura que han realizado obras en esos sectores: “Se trabajó en el dique La Chola, en el acceso a Carlos Julio que fueron 17 kilómetros... sabemos que hay un malestar por la vía El Empalme-La Guayas que se nos ha complicado mucho, pero ya vamos a trabajar”.

Los bypass de Balzar, El Empalme, Palestina, Santa Lucía se hicieron por necesidad... no para disminuir las ventas en ningún sector”.Fernando Núñez, Prefectura

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