En la baranda del Palacio de Carondelet, las expresiones de tristeza se advertían en el rostro de Cinthya Díaz, esposa del vicepresidente Jorge Glas, quien ayer lloraba y posaba su mejilla en el hombro de su marido, cuando le cantaban ‘Hasta siempre’ al presidente Rafael Correa, como un gesto de despedida en el habitual cambio de Guardia que se hace los lunes en la Plaza Grande.