José, de 28 años, lleva en brazos a su segundo hijo de cuatro días de nacido cubierto con una sábana amarilla, para que no le afecte el polvo que se levanta en la avenida Casuarina, en el noroeste. Agarrada del brazo va su esposa, Mónica, de 24 años, quien avanza a paso lento pues aún se recupera de la cesárea a la que fue sometida.