La primera resolución de las jornadas de pensamiento referentes al Decenio Afrodescendiente en Ecuador fue crear una Ley Orgánica del pueblo Afroecuatoriano.

El pedido surgió de 150 representantes en el Encuentro Nacional de Afroecuatorianos, el jueves y viernes en Atacames, Esmeraldas, para garantizar su representatividad y la eliminación de la discriminación.

En esta asamblea, desarrollada luego de cuatro encuentros regionales organizados por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, se promovió también un observatorio para la medición del cumplimiento de las políticas del Decenio, un Consejo de Ancianos del pueblo afroecuatoriano y la etnoeducación en las mallas curriculares.

Publicidad

Ibsen Hernández, representante de esta institución en Guayas, dice que en las anteriores sesiones asistieron 600 afroecuatorianos, y que así se pone en práctica el Decenio Afrodescendiente 2015-2024, proclamación hecha el 2013 por las Naciones Unidas.

¿Qué significa este Decenio? Hernández detalla que “es la oportunidad que tiene la sociedad para poder reparar los casi 400 años de esclavitud que sufrieron los afrodescendientes”. Para la ONU, esta declaratoria tiene el fin de fortalecer marcos jurídicos nacionales, regionales e internacionales para eliminar cualquier comportamiento de discriminación racial, promover el respeto, la protección de todos los derechos humanos.

Janeth Valencia, quien es integrante de la asociación El Canalete de la Isla Trinitaria, comenta que la discriminación es notoria desde las condiciones de vida hasta las oportunidades de obtener un empleo. Según datos oficiales, esta población tiene la tasa más alta de desempleo entre las etnias del país: un 7,69% a comparación con indígenas (1,97%), mestizos (4,62%), blancos (4,66%), montubios (3,57%).

Publicidad

“No se nos garantiza esa representatividad por más que la Constitución nos ampara. Usted prende la televisión y no vemos a muchos afroecuatorianos. Hay una deuda importante en la política, empresa privada, policía...”, dice Hernández.

Para José Simisterra y su esposa, Loyola Corozo, que representan la organización de emprendedores Afromix, se debe fomentar la práctica de saberes ancestrales y culturales. (I)