La vertiginosa devaluación del peso colombiano, que ya se coloca en el orden del 64,02% frente al dólar en los últimos 13 meses (de julio de 2014 a agosto de 2015), ha empezado a generar inflación, encarecimiento de importaciones y de la deuda externa colombiana, de acuerdo con varios analistas internacionales consultados.

Mientras en julio de 2014 el dólar se cotizaba en 1.874,7 pesos, hasta agosto de 2015 se pagaban 3.075 pesos por cada dólar, según los datos del Banco Central del Ecuador (BCE).

Esta devaluación, que se ha generado en base a un sistema de tasa flotante, es decir, de la fluctuación del mercado (sin decisiones del Banco Central de Colombia), no ha logrado tampoco despegar las exportaciones como se hubiese esperado, según Camilo Pérez, gerente de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá. Además, dice, muchos exportadores también son importadores y los productos que se compran fuera cada vez se encarecen más.

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Sin embargo, en el tema exportaciones aún no se siente la recuperación del sector, debido a que la devaluación ha sido vertiginosa. Explicó que al ser Colombia un exportador de comodities (materias primas), ha habido una baja por la caída de los precios de varios de sus productos, mientras el resto no despega aún.

Para Santiago Montenegro, presidente de la Asociación de Fondos de Inversión (Asofondos), la devaluación provoca encarecimiento de los precios de los productos, especialmente de los importados, y por ende inflación. Este año no se cumplirá la meta establecida por el Banco Central que era de hasta el 4%. Es que a agosto de 2015 la cifra anual era de 4,74%.

En este contexto, el Banco Central de Colombia elevó el viernes pasado su tasa de interés del 4,5% al 4,75% después de haberla mantenido estable durante el último año. El gerente del banco, José Darío Uribe, destacó que se ha intensificado el riesgo de un aumento duradero de la inflación.

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Erich Arispe, analista para la Comunidad Andina de la agencia de calificación financiera Fitch Ratings, comentó que la alta flexibilidad de la tasa de cambio de Colombia le está permitiendo realizar un ajuste de la economía a la nueva realidad de precios bajos del petróleo y otros comodities.

En tanto para Salomón Kalmanovitz, catedrático universitario, la devaluación no ha sido buscada ni deseable, pues ha generado el aumento del servicio de la deuda en aproximadamente 0,5% del PIB (Producto Interno Bruto). “Nos ha empobrecido tremendamente”, dijo.

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Para Montenegro, las devaluaciones o apreciaciones de moneda funcionan cuando son moderadas. No pueden convertirse en el instrumento para dar competitividad a los sectores transables (que generan productos para comerciar), pero ante un choque externo, se convierte en una suerte de colchón donde caer “sin aporrearse” muy duro, manifestó. (I)

Crecimiento
Previsión se reduce

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El ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas, anunció una reducción en la meta de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, de 3,6% a 3,3%.