Los asesinatos de casos como el denominado González y otros en Ecuador (ocurrido en la farmacia Fybeca en 2003), las desapariciones forzadas registradas en las décadas del 80 y del 90 en Perú y las matanzas calificadas de genocidio en el periodo 1981-1983 en Guatemala están unidos por un factor común en la región: encontraron justicia fuera de sus países, en una instancia internacional, luego de haber agotado los recursos casa adentro.