El retiro temporal de los proyectos de ley de Redistribución de la Riqueza (de herencias) y de la Ley Orgánica Reformatoria al Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (de plusvalía), anunciado la noche del lunes por el presidente Rafael Correa, no convence a representantes de las cámaras.

Ayer, varios gremios insistieron en que se los archive definitivamente y no se insista en una nueva socialización.

Roberto Aspiazu, director del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), calificó al retiro temporal como un “retiro con piola”. Explicó que no existen en este momento las condiciones políticas para acoger la propuesta, por lo que no cabe un debate para generar extemporáneamente una socialización que las legitimen.

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Reconoció, sin embargo, que en la coyuntura es un alivio y pidió al Gobierno concentrarse en otras prioridades como medir el desempeño de la economía nacional en un escenario de desaceleración.

De acuerdo con Aspiazu, actualmente el diálogo público privado que había intentado generar el Gobierno está paralizado, y el retiro de las leyes no es suficiente para poderlo retomar. Deben generarse las condiciones para el diálogo y actualmente se ha perdido la fe, confirmó.

Según Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, es infructuoso el intento de convencimiento de la población que están planteando ahora el Ejecutivo y la Asamblea, y adelantó: “No vamos a lograr ponernos de acuerdo”. Explicó que la Ley de Herencias buscaba afectar la estructura familiar de las empresas, mientras que la de plusvalía afecta a la clase media, que compra inmuebles como una fórmula de ahorro. Insistió en el pedido al Gobierno para que descarte definitivamente los proyectos.

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Para Arosemena, el pronunciamiento de la población ha sido claro, tanto que es la primera vez en ocho años de Gobierno que da marcha atrás en una iniciativa de estas características.

Mientras, Patricio Alarcón, flamante presidente de la Cámara de Comercio de Quito, sostuvo que aunque se ha dicho que es temporal, consideró que las propuestas serán archivadas, ya que el Gobierno se dio cuenta de un descontento general. Al ser consultado sobre por qué entonces se hace un anuncio sobre un retiro temporal, explicó que a su parecer, tras un discurso fuerte de la mañana, en la noche el mandatario bajó el tono y fue más conciliador, pero tampoco podía descartar por completo. Por lo tanto, el descarte será por fases.

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Para el directivo, en caso de haber socialización, la Cámara iría con argumentos sólidos para demostrar que las normas no son beneficiosas para la economía ecuatoriana.

Consideró que en caso de que se insistiera en algún momento en reenviar las leyes, la mayoría de la población volvería a protestar, lo cual no genera paz social. (I)

Entendemos que las circunstancias no están dadas para que el Gobierno insista. Ha habido una reacción generalizada de rechazo.Roberto Aspiazu, director del Comité Empresarial Ecuatoriano