Las diferencias quedaron de lado. Su visita calmó los ánimos entre el Gobierno del entonces presidente León Febres Cordero, varios grupos sociales que protestaban -desde fines de 1984- por el aumento del precio de la gasolina y las tarifas del transporte público y miembros del grupo Alfaro Vive Carajo (AVC). Así lo describen varios actores políticos, defensores de derechos humanos y religiosos que vivieron la visita del sumo pontífice, Juan Pablo II.