Jipijapa - Portoviejo

José Figueroa, agricultor, veía ayer, día de su cumpleaños 65, las débiles y pequeñas plantas de maíz sembradas en cerca de 20 hectáreas en un terreno que, ante la falta de lluvias, comienza a “rajarse”.

Dice que el último aguacero que recuerda fue uno que cayó los primeros días de febrero, pues desde entonces los rayos solares son los únicos que han caído sobre su propiedad ubicada en la comunidad Sandial, de Jipijapa.

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En Manabí, 1.435 hectáreas de maíz se han perdido este año por la falta de lluvias, informó ayer Xavier Valencia, coordinador del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap) en esta provincia. Además, otras 5.325 hectáreas de esta gramínea están afectadas, en riesgo de que se pierdan.

Según el Magap, en Manabí se siembra cada año un promedio de 80 mil hectáreas de maíz, por lo que la cifra entre pérdida total y afectación indicaría una reducción del 8% del total de la producción. Por cada hectárea perdida se genera un déficit de unos $ 700 para el agricultor, lo cual representa más de un millón de dólares.

Valencia indica que la mayor afectación se halla en zonas del cantón Jipijapa. Anunció que se alistan programas para reducir el impacto ante la falta de lluvias. Una solución sería ubicar pasto en silos y así evitar déficit en el último trimestre de este año, en el que prevé surgirían inconvenientes para el sector ganadero.

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“Yo sembré en enero con las pocas lluvias y para mediados de febrero se perdió eso. Luego a inicios de este mes volví a sembrar, pero no ha llovido (...), invertí 5 mil dólares de mis ganancias del año pasado y presté 500 dólares al chulco para poder sembrar, pero nada me queda”, lamentó Figueroa.

Manuel Cevallos perdió 7 ha de maíz. Él invirtió $ 7 mil de los que, dice, nada recuperará. “El problema podría complicarse si sigue este déficit hídrico. Hay que trabajar pensando en la época crítica, que será entre octubre y noviembre, por lo que debemos tomar medidas creativas para solventar de alguna manera el momento crítico”.

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Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las lluvias han disminuido en el perfil costanero y en el centro y sur del Ecuador.