El “corre corre” regresó al mercado de la Caraguay, ayer. Capturadores y comerciantes de cangrejo llevaban, a prisa, las frescas planchas del crustáceo a los puestos. La venta de este preciado y apetecido producto volvió a matizar las jornadas en este centro de abastos ubicado en el sur de la ciudad.

“¡Terminó la veda! Lleve su cangrejo”, era el grito con el que los comerciantes atraían a consumidores. Boris Andrade compró un atado a $ 8.

Los 12 cangrejos que componían su compra iban a ser “devorados”, con unas cervezas, por la noche, luego de un mes de haberse abstenido de consumirlos, por la veda.

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Esta medida, que rigió por el Acuerdo Ministerial Nº 16 del 3 de febrero del 2004, prohibía la captura, transporte, posesión y comercialización de cangrejo rojo (Ucides occidentalis) y azul (Cardisoma crassum).

Esto con el fin de proteger las especies y al consumidor, pues entre el 15 de agosto pasado y el domingo anterior los crustáceos estuvieron en etapa de muda o cambio de caparazón, emitiendo oxalato de calcio.

“Me aguanté mucho las ganas de comer cangrejos. ¡Ya un mes! Yo los como al menos una vez a la semana”, dijo Andrade, quien iba a compartir los crustáceos con su esposa y su suegra.

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Como él, Romel Cepeda y su padre, Federico, llegaron a primeras horas del día de ayer a la Caraguay, procedentes de Sauces, y adquirieron dos atados de cangrejos, a $ 7 cada uno.

“Los vamos a comer ‘al combo’, nada de ensalada, ni nada, lo rico es chupar el cangrejo”, expresó el joven, quien aseguró ser el responsable de casi obligar a su papá a ir al mercado.

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Antonio Vera, vendedor en el mercado, afirmó que hay buena producción de cangrejos, pues finalizada la veda, los crustáceos, además de la muda, “aprovechan para reproducirse”.

Él vendía a $ 8 el atado y la plancha a $ 32. “Pero ese es el precio de ahora, los fines de semana suben más, hasta a $ 12 se consigue un atado”, dijo.

Otros comerciantes, en cambio, vendían el atado a $ 10.

Patricio Crespín, capturador de cangrejos y miembro de la Asociación 2 de Abril, contó que el cangrejo aún está un poco tierno de carapacho.

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“Así estarán unos quince días más o hasta un mes, de ahí se endurece. Pero la gente no debe tener miedo, porque la muda ya pasó y no hace daño”, apuntó Crespín, quien realiza la faena de captura en la isla Matorrillo, a dos horas en canoa del puerto de la Caraguay. Los miembros de su asociación, añadió, vendían a los comerciantes cada atado de cangrejo a entre $ 7 y $ 8.

En tanto, la Dirección de Control de Recursos Pesqueros informó que sus 70 inspectores de pesca realizaron operativos de vigilancia en 24 inspectorías, ubicadas en puntos estratégicos a nivel nacional, pero ayer no comunicó si hubo detenidos por no cumplir con la veda.

Lo que pasa en la muda

En la veda, que culminó ayer, el cangrejo cambia de caparazón y ahí arroja un químico denominado oxalato de calcio, que puede causar daño en la salud, pues produce vómito y diarrea a quien lo ingiere.

Digamos que los precios están convenientes; los veo un poquito caro porque lo normal sería que cueste $ 7 el atado, pero es más barato que otros días, cuando llega a valer $ 10 y hasta $ 12”. Boris Andrade, comprador