Refleja altivez y curiosidad en su mirada. Con su cuello y patas estiradas alcanza una altura de 1,30 m. La piel que lo cubre es fina, arrugada y elástica. Tiene un enorme caparazón con forma de montura, pero es única en su especie por los arcos pronunciados que le permite que sus extremidades y cuello salgan de esa cavidad.