“A mí de nada me sirve que le quiten la vestimenta (de párroco), con eso no va a pagar tanto daño que le hizo a mis hijas. Lo que yo quiero es la prisión para ese sujeto”, expresaba ayer, con notorio dolor, una madre de 45 años que ha denunciado a Pedro Vicente García García, expárroco de una iglesia de Guayaquil, como el presunto autor de las violaciones y atentado al pudor contra sus tres hijas.