El hígado graso por consumo de alcohol es una condición que no debe ser ignorada, ya que puede evolucionar hacia complicaciones graves de salud. Por eso hay que estar atentos a ciertas señales que pueden indicar la presencia de esta enfermedad.

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La enfermedad hepática alcohólica, como su nombre indica, está directamente relacionada con el consumo excesivo de alcohol.

El hígado graso por alcohol debe controlarse o podría provocar serios problemas de salud. Foto: Freepik

El hígado, encargado de metabolizar aproximadamente el 90% del alcohol que ingresa al cuerpo, es uno de los órganos más perjudicados por esta sustancia, tal como lo menciona la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) en su página web.

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Síntomas del hígado graso por alcohol

Existen diversas señales y síntomas que indican daño hepático debido al alcohol, así como diferentes opciones de tratamiento para la enfermedad hepática en estos casos.

De acuerdo con Fundahígado, una organización dedicada a pacientes con enfermedades hepáticas, esta condición es más frecuente entre los 40 y 50 años.

¿Cómo saber si el hígado está dañado por el alcohol?

Los síntomas varían y su manifestación depende del estado funcional del hígado.

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En fases tempranas, puede no haber síntomas o estos pueden ser leves y conforme avanza la enfermedad, otros signos incluyen:

  • Fatiga, es el más común.
  • Disminución del apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Náuseas y dolor abdominal.
  • Acumulación de líquido en piernas y abdomen.
  • Telangiectasias (vasos sanguíneos en forma de araña).
  • Palmas eritematosas (enrojecimiento en las palmas).
  • Tendencia a formar hematomas fácilmente.
  • Hemorragia gastrointestinal.
El consumo de licor es la principal causa del hígado graso alcohólico. Foto: Unsplash

Tratamiento del hígado graso alcohólico

La fundación antes citada recomienda que ante la presencia de cualquiera de los síntomas se busque atención médica especializada y se tenga la determinación para realizar cambios significativos en el estilo de vida, tales como:

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  • Cesar el consumo de alcohol.
  • Adoptar una dieta balanceada baja en sodio.
  • Vacunarse para prevenir infecciones hepáticas.

Adicionalmente, MedlinePlus indica que actualmente no existen medicamentos específicos aprobados para el tratamiento del hígado graso.

Lo más importante en el tratamiento y manejo de la enfermedad hepática es la abstinencia total de alcohol.

Además, se menciona que tanto la enfermedad hepática grasa relacionada con el alcohol como la esteatohepatitis no alcohólica pueden progresar a cirrosis.

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Los problemas de salud derivados de la cirrosis pueden ser manejados con fármacos, intervenciones quirúrgicas y otros tratamientos médicos.

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En casos más graves, donde la cirrosis evoluciona a insuficiencia hepática, podría ser necesario un trasplante de hígado. (I)

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