Estaba en Nueva York, viendo musicales en un departamento durante una corta estadía en esa ciudad, cuando recibió una llamada que cumplía el deseo que estaba manifestando. La voz del otro lado del teléfono (su agente) le dijo: “Johann, hay un casting para un musical de Charlie y la fábrica de chocolate. ¿Te interesa?”.

Desde ese día hasta hoy, domingo, han transcurrido unos meses de ensayos, lecturas de guion, prueba de vestuario y sesión de fotos para que el guayaquileño Johann Vera se meta en la piel de Willy Wonka, bajo la dirección de Jaime Tamariz, en una impresionante puesta en escena que se estrenará este 15 de diciembre en el Centro de Convenciones de Guayaquil.

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Johann está de vuelta en su natal Guayaquil y esta producción teatral es una de las razones que lo mantendrán más tiempo en el país.

“El hecho de quedarme todo diciembre y Navidad, que no pasaba hace ciertos años, en familia, lo hace muy especial”, nos cuenta el artista, quien ha aprovechado su estadía para compartir con su abuelo Max Tapia, su principal apoyo desde el inicio de su carrera, y quien atraviesa por un quebranto en su salud.

“A veces en esta industria, por tanto trabajo y compromisos, te vas alejando, no tienes tiempo y al final te das cuenta de que la prioridad es estar con la gente que amas”, dice.

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Johann ya se rodea de estrellas internacionales –él es una de ellas–, pero su personalidad sigue intacta. Es sencillo, cortés y tiene presente, de diversas formas, a Ecuador, del que habla con mucho orgullo, aunque en ocasiones confunda a su entorno por el ligero acento colombiano que tiene, gracias a los 10 años que vivió ahí por la profesión de su padre como piloto.

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Familia muy ‘guayaca’

De madre guayaquileña y padre quiteño, asegura que sus raíces son autóctonas al cien por ciento. “Toda la familia de mi mamá es de Guayaquil, mi abuelo de parte de papá es de Manabí y mi abuela de Quito. No hay ningún extranjero en las generaciones atrás (...). Mis papás hicieron muy bonito ese trabajo de que así viviéramos en otros lugares. Por el trabajo de mi papá, en vacaciones, siempre volvíamos a recorrer el país para conocerlo a profundidad”, dice Johann.

Como prueba de que está al día sobre su tierra natal, relata sus recorridos en la Metrovía y Aerovía de Guayaquil.

“Me decían: ‘Ve a Baños, a la Ruta del Sol, come cuy, prueba todo, vámonos a la Amazonía, conoce de dónde vienes’, y por eso mi amor tan grande por el país. Eso es algo que les pasa a todos los que se van, ahí aprecias lo que tienes”, recalca el intérprete, quien también es consciente del estado de alarma entre la comunidad por el repunte de inseguridad.

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‘Charlie’, debut teatral local

Recrear desde su aporte a Willy Wonka –el protagonista de Charlie y la fábrica de chocolate (Roald Dahl, 1964) es un reto en su carrera. En esta puesta en escena, compartirá con Érika Vélez, Claudia Camposano, Viviana Salame, entre otros.

Si bien sus inicios artísticos fueron en el teatro musical, este estreno marca su primera vez en Ecuador como actor, de este formato. “Yo empecé en Colombia haciendo teatro musical porque, después de Factor Xs, me dieron una beca en una academia. Ahí empecé con Oliver Twist, pero ahí era Árbol 3 (es decir, un objeto sin nombre)”, dice sobre esta etapa en la que compartió con los entonces niños Camilo y Greeicy.

“De esa escuela también salió Juliana Velásquez, con la que tengo un featuring (en el tema Demuéstrame) y es ganadora de un Grammy; Ventino, Calle Poché. Esa escuela te dio ese amor al trabajo, porque salía del colegio de lunes a viernes, a dar funciones. Mi vida era eso. Cuando me fui a Miami, hace 11 años, dejé por completo el teatro para dedicarme a la televisión y la música. Para un artista no hay nada más retador que el teatro”, describe sobre esta oportunidad que le permite sumergirse en las tablas.

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Su misión artística

Johann asegura que crear música y todo tipo de arte debe ir de la mano de un propósito.

“Es arte con propósito, no hacerlo por números, sino saber a dónde quieres llegar y a quién, cuál es el mensaje a dar. Por eso en mis letras hay un trasfondo político, social, de lo que esté pasando, que no sea algo superficial”, agrega.

El exparticipante del reality La banda, programa que formó la agrupación CNCO, ha sido consciente desde su infancia de que un trabajo convencional, de oficina, no sería su fuerte ni especialidad en ningún momento.

“No me veía haciendo nada más y, hasta el día de hoy, esa ha sido la pelea constante con mis abuelos que están en Quito y con mis papás. Ellos tenían la mentalidad tradicional que del arte no se puede vivir. Y yo también lo viví y entiendo esto. Y ahora, en nuestro núcleo familiar, casi que la mitad de mis primos está en algo similar”, explica.

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Antes de conseguir una casa, Johann ya se había inscrito en una academia de baile y canto que lo acercó a los estudios de Nickelodeon para trabajar como extra.

“Fui pero yo no quería ser extra, y en una de las escenas en piscina, cuando uno de los niños se enfermó, yo dije: ‘Bien, ¿qué hay que hacer? Vístanme y empecemos’. El director se mató de la risa, llamó a la mánager y desde ahí comenzó a enviarme a más comerciales y a obras de microteatro. En esas funciones, uno de los productores de La banda me vio y me dijo para audicionar al reality, después fueron otros productores y me lancé cuando apenas tenía dos años en EE. UU.”, cuenta Johann, quien aprovechó su intervención en el programa para potenciar sus redes sociales, cuando el rol del influencer no era popular.

Johann, el cantante

Desde su participación en el reality que tuvo de jurado a Laura Pausini, Ricky Martin y Alejandro Sanz, Johann logró posicionarse como solista independiente. Seis años dedicado a esta faceta han resultado, entre muchos reconocimientos, en conseguir una Gaviota de Plata, como mejor artista internacional en el festival de Viña del Mar (2020).

“Eso fue lo que viví en La banda. Todos me decían que estaba listo para ser solista; yo no me sentía listo, porque nunca había escrito una canción, me asustaba mucho ese proceso. Pero Ricky, Laura, todos me decían: ‘Solo’. Y los productores: ‘Vamos a que trabaje en Univisión’. Entonces, cuando salí del programa empecé en Despierta América, trabajar con Ricky, y con ese proceso como artista”.

Mientras se descubría como cantautor también fortalecía su potencial como creador de contenido en redes y se descubría como artista independiente sin una disquera o sello detrás de él. “Al final siempre necesitamos ayuda, y ahora me doy cuenta de que no siempre puedes hacer todo solo. Ese ha sido el proceso conmigo, el decir: ‘No puedo solo; por eso, este año no lancé música”, refiere. De esos últimos éxitos, Donde nací fue la canción que, según indica, le dio un nuevo sonido al hincha ecuatoriano para el mundial de fútbol en Catar (2022).

Johann, el segundo de tres hermanos, se describe como un hombre muy familiar, apegado a sus abuelos, el inquieto de su generación y que, en ocasiones, por las distintas mudanzas, ha sentido por momentos que no pertenecía a un sitio en específico. “He aprendido a ser agradecido por todo, por el tiempo de calidad con mi familia, comer con ellos, dedicarme a estar presente y valorarlo”, sostiene.

2024: estrenos sin parar

Cercano a la década de los 30, revela que siente con más fuerza la responsabilidad de convertirse en adulto y ser autosuficiente. Si bien este año lo cierra con teatro musical, el siguiente lo veremos en distintas plataformas, con varios proyectos. El primero de ellos es Nada importa en verdad, el EP y sencillo del mismo nombre que estrena en enero.

Después de encontrar un inversionista y de elegir 6 canciones, entre 45 demos grabados, sus seguidores tendrán nueva música con su sello pop y una esencia anglo en su sonido.

“Mi sueño siempre ha sido sacar un EP, un trabajo completo, y, después de lo sucedido con Donde nací, decidí hacerlo así. El título del EP y la canción es la lección más grande que me ha dado este año”, recalca. Las plataformas de streaming también potenciarán la presencia internacional del ecuatoriano como actor.

Champeta, el ritmo de la tierra es la producción que lo vincula con Disney+ y que tiene también en su elenco a María Elisa Camargo. “Ese personaje me cambió la vida; es muy especial el personaje. Disney había querido que esté con ellos antes (...). Para mi papel tuve que tomar clases durante dos meses. Ahora no hay quién me gane con el swing”, señala bromeando.

En enero filmó Primate, una serie en la que veremos a un Johann muy distinto al de la vida real por la señal de Amazon Prime. “Es un personaje supercool, un hombre que enamora a la protagonista, una mujer mayor que él”, detalla.

En su vision board (o tablero de sueños) las metas son más claras aún. “Ahí tengo un Grammy, un sellito de películas para seguir haciéndolas, una foto familiar y un cuerpo cortado, para recordar que siempre puedo tener una mejor versión”, explica.

Ese mismo Johann, que de niño audicionaba en Ecuador sin ser aceptado, y que planea recibir el 2024 en África con amigos, es el mismo que espera, no de inmediato, convertirse en padre y formar su propia familia mientras vive el éxito de forma presente sin dejar que la fama lo aleje de su esencia. (E)