Puede que el 2023 sea uno de los años más creativos para el actor guayaquileño Roberto Manrique, afincado actualmente en Bogotá. Si bien es cierto que el presente también será recordado como el año en que su relación sentimental de casi una década, con el quiteño Oliver Ranft, llegó a su fin, el reconocido histrión está enfocado en voltear la página y volcar sus energía a sus mayores satisfacciones: la actuación y el arte.

Por ahora Roberto se encuentra en medio de la producción de la segunda temporada del seriado colombiano La venganza de Analía, desarrollada por CMO Producciones (Pálpito, Pasión de gavilanes 2) para Caracol Televisión y que se estrenó por primera vez en el 2020. El dramatizado arrancó sus grabaciones justamente a finales de agosto.

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El querido intérprete ecuatoriano y activista ambiental también tiene entre manos uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera: retratar su vida en una obra de teatro. A mediados de año compartió esa iniciativa que al momento está cocinando a fuego lento y con la cual espera contar una historia de amor propio que desafía al vicio de juzgar y ser juzgados incluso por nosotros mismos. Por lo pronto Roberto, cuando se dio esta entrevista, se alistaba a presentar en Colombia su segunda muestra artística de dibujos, una afición que cultivó en medio de la pandemia y que se convirtió en otra vía para explorar su fuerza creativa.

Desde su residencia en la capital colombiana, Roberto Manrique se refiere a los nuevos proyectos en su camino profesional y se sincera sobre sus sentimientos por estos días. “Es un momento muy lindo de mi vida, porque la creatividad está disparada. Siento una energía creativa muy poderosa”, afirma el artista.

Roberto Manrique en una sesión de fotos con Mauricio Vilahermosa. Foto: Cortesía

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¿En qué proyectos estás involucrado actualmente, Roberto?

Estoy en Bogotá, desde finales de junio por el proyecto La venganza de Analía 2, una producción de estos nuevos híbridos que son series con elementos de novela. Como por ejemplo Sin senos si hay paraíso (actuó en la segunda y tercera y última temporada). Es una producción de CMO, que hace dramatizados para Caracol y Netflix. La primera temporada se puede ver en Netflix, aunque yo no participé en ella.

Es mi regreso a la televisión. Estuve fuera el 2020, por todo lo que pasó ese año, y luego en el 2021 en vez de ir corriendo a la tele, decidí dedicarme a mi campaña Juntos por la tierra. Recién retomé castings hace un año en México, con un par de participaciones especiales en una serie de HBO Max y otra de Paramount Plus.

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Lo lindo es que también es mi primera vez en un producto hecho para Netflix. Porque Sin senos sí hay paraíso todo el mundo lo relaciona con Netflix, pero es diferente porque es un producto que Netflix compró. También es mi primera producción colombiana. Todos piensan que como viví 12 años en Colombia me la pasé haciendo novelas colombianas, no, me la pasé haciendo novelas para Telemundo, nunca había trabajado para un proyecto con ADN colombiano.

¿Qué nos puedes adelantar de tu personaje?

Mi personaje se llama Sebastián Casas. La serie se desarrolla en el contexto de la política colombiana. Es muy interesante, porque no ha habido tantos proyectos, o al menos no muy exitosos, que aborden ese universo. Es muy refrescante, porque no tiene nada que ver con narcos, aunque sí hay corrupción. Mi personaje es un jefe de seguridad que trabaja con el bando de los protagonistas, con Pablo de la Torre, que es el candidato opositor al antagónico.

¿Cómo te vinculaste con este proyecto?

Hice el casting en junio desde México. Mandé un vídeo mientras estaba de paseo en un pueblito, desde mi hostal, un domingo a las 8 de la noche, sudando porque si prendía el ventilador hacía ruido. No sabía si este casting iba a salir, por las condiciones desfavorables. Pero como dice el dicho: “lo que es para uno, es para uno”.

A mediados de año habías compartido también que estabas preparando un proyecto teatral con la idea de contar la historia de tu vida. ¿En qué etapa se encuentra este proyecto?

Estoy fascinado con la escritura como nuevo método de expresión. Tuve este insight de lo fantástica que fue la experiencia de Puras cosas maravillosas (2019), es decir, un monólogo teatral que habla de algo profundo, que aporta y que a la vez es entretenida. Esa fórmula me encantó.

Y empecé a escribir. Este proyecto lo estoy desarrollando con la asesoría de Mariela Manrique, una escritora que me está acompañando en mi proceso de escritura. El director será Sebastian Sanchez Amunategui, el mismo director de Puras cosas maravillosas. Todavía no sé ni cuándo ni dónde la voy a estrenar, la puse en pausa en este momento, porque tengo una nueva prioridad.

En todo caso, para este proyecto teatral que tienes en pausa, ¿tienes definido qué temas deseas incluir en esa narrativa?

Quiero hacer un paneo general de mi vida, no es que voy a cubrir una época específica. Mi idea es generar un cuestionamiento al respecto de nuestra tendencia a juzgarnos a nosotros mismos y a los demás, de lo innecesario que es juzgarnos, cuando podemos poner nuestro énfasis en amarnos más.

¿Has considerado en ese proyecto teatral a abordar tu reciente separación?

No lo veo necesario. Voy a abordar sin embargo aprendizajes o experiencias tanto positivas como desafiantes a lo largo de las distintas relaciones que he tenido en mi vida. Abordaré mi proceso personal en cada una de esas experiencias, desde un niño tratando de entender el mundo, hasta un adolescente sintiéndose totalmente inadecuado; un adulto lidiando con la fama de la manera más sana posible, hasta un yo recientemente no sintiendo que mi salud mental está en un lugar rarísimo, pospandémico. Y así tratar de mostrar que finalmente somos personas haciendo lo mejor posible, que si nos tratamos con más amorcito, vamos a poder sobrellevar situaciones más luminosas que otras, más coloridas, más oscuras.

¿Te incomoda hablar de tu ruptura, que ese tema se haya vuelto tan mediático?

Soy consciente de cuál es mi realidad. Se que abrí una puerta al contar mi relación hace un par de años. Y ahora tengo una nueva realidad y debo lidiar con ella lo mejor posible. Si subí el anuncio de la separación fue para controlar la narrativa en cierta medida, para que la versión oficial esté clarísima. Sí leo los comentarios de mi cuenta, pero ya ni loco leo los comentarios en posts de otros. He aprendido que ahí es cuando ves la cara más oscura del mundo. En mi cuenta hay amorcito, uno que otro loquito, uno que otro religioso, o uno que otro que hace sus comentarios homofóbicos, pero hay 95% amor.

A propósito de aprendizajes, hay personas que después de una ruptura se redescubren, se reinventan o se reconectan con facetas que habían dejado de lado. ¿Cómo ha sido tu caso?

Estoy reencontrándome con un Roberto que no estaba muy presente, que es el Roberto actor. Ha sido fantástico que la vida me haya puesto la oportunidad de estar entregado a una de las cosas que amo. Incluso Oli y yo, que estamos en comunicación, nos hemos dado cuenta que ambos estamos en un momento muy bonito de reencuentro con nosotros mismos. Para mí el tener un proyecto actoral que me emociona tanto tiene mucho que ver.

Algo importante, que me da un poco de risa, es que la gente cree que terminé con él cuando hice el post. Me dicen “cómo puedes estar tan feliz, eso tiene que ser mentira, con lo que te acaba de pasar”. El público se enteró de que terminé cuando yo quise que se enteren, cuando dijimos, listo, pasó la tormenta.

Entonces su separación ocurrió meses antes de que lo comuniquen a los medios, como han hecho otros famosos, que viven su rompimiento por anticipado y en privado.

Así es.

¿Cómo se puede ser amigo de un ex? No siempre es común.

Oliver es un tipo fantástico, no lo quiero perder, solo porque la naturaleza de nuestra relación cambió. Ha sido un ser humano tan increíble, la idea de que ya no esté en mi vida me parece absurda, más aún si hicimos un hogar. Por fortuna él también está de acuerdo en esto y nuestra prioridad es mantener esta relación bonita, sana y amistosa, además para poder hacer coparenting a nuestra perrita Mila.

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Tal vez al verte en una relación consolidada fuiste inspiración para otras personas que aún no hacen pública su orientación sexual. ¿En algún momento te sentiste un ejemplo para ellas y, ahora que estás separado, qué sientes al respecto?

Sí sentí que estaba inspirando a otros cuando hablé por primera vez de mi sexualidad públicamente, por los mensajes que me llegaron de gente agradeciéndome, que fueron una inyección de energía tan bonita. Después mostré a mi familia, siento que fue una combinación de servir de inspiración al que le pueda faltar, al que todavía pueda tener la idea de que si no vas a seguir el comportamiento tradicional, o lo que la sociedad espera en una conformación de una familia clásica, entonces tu vida va a ser un caos. Y el hecho de que mi relación se haya terminado podría sentir que no di “el ejemplo perfecto”, porque esto debió “durar para siempre”, pero tampoco es así.

Nosotros fuimos tremendamente felices un tiempo y el momento en el cual era mejor separarnos lo hicimos. Esa es la vida y la cosa es cómo la llevas. Si resulta que encuentras algo que va a durar para siempre, fantástico; si encuentras a alguien con quien vas a tener años de relación y luego años de amistad, fantástico también. Porque se trata de crecimiento, no de cumplir una expectativa.

Te hemos visto en muchos personajes como galán, tanto en novelas y en el teatro. ¿Cómo te veremos en La venganza de Analía?

Algo muy importante sobre el proyecto es que es una historia que retrata a mujeres muy fuertes. Analía es una dura, con una energía poderosa. Ella es una asesora política que está vengándose de su padre, que violó y asesinó a su madre, ese es el enfoque de la primera temporada. Las mujeres de esta historia, con algunas excepciones, tienden a ser mujeres que no necesitan hombres fuertes. En ese sentido mi personaje no llega a rescatar a ninguna, de hecho en algún momento de la historia quiere proteger a Analía, aunque sabe que ella puede sola. Pero al mismo tiempo es un personaje con una fuerza y determinación e incluso mucha energía masculina, porque es un ex militar. Mis personajes siempre han sido muy fuertes, pero al mismo tiempo en general también han sido muy suaves emocionalmente.

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¿Alguna vez te has sentido identificado con alguno de tus personajes o con el arquetipo de galán?

Creo que siempre tienes que encontrar puntos en común con tus personajes para representarlos, para que esa energía pueda salir de ti. Dicho eso, no me he identificado con alguno, no son mi energía primordial. Pero sí hay aspectos de mi personalidad que si se identifican con esos personajes. Soy protector con lo que amo, por ejemplo, sí tengo esta sensación de familia que protejo, pero no me identifico en mi día a día con el galán. Cuando pienso en mí no pienso en el hombre fuerte y firme. Sabes, el personaje con el que yo más me he identificado en toda mi carrera fue Peter Pan, me veo más como un niño grande, soy más bien goofy, juguetón.

Todos los actores tienen personajes que sueñan interpretar. ¿Cuáles son los tuyos?

Me encantaría interpretar a Alexander von Humboldt. Fue el primer ecologista, el primero que entendió que el mundo está conectado, que la naturaleza era importante. La mente de una persona que pudo ver esa conexión, que fue capaz de salir de lo limitado de su mundo. Alexander sentó la base para (Charles) Darwin. Además pasó por Ecuador y tuvo relaciones interesantes aquí.

Antes de que finalice hasta 2023, ¿Cuáles son las aspiraciones que te gustaría alcanzar este año?

Voy a seguir explorando mi creatividad al 100%, estoy feliz con este camino.