Visitas anticipadas a los cementerios de Guayaquil a vísperas del Día de Difuntos

Las hermanas Carmen y Angie Enríquez, de 65 y 63 años respectivamente, estuvieron en el Cementerio Patrimonial alrededor de las 09:00 de este miércoles 1 de noviembre, a pocos horas del Día de Difuntos que se conmemora este jueves.

Ellas, al igual que muchas otras personas, aprovecharon la jornada para visitar anticipadamente a sus familiares fallecidos y así evitar aglomeraciones este 2 de noviembre.

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Las hermanas ingresaron al camposanto por la puerta número 15, donde desde hace cinco años reposan los restos de su madre, Efigenia Palacios, y desde allí avanzaron hasta el acceso 6 donde visitaron la tumba de su abuela materna.

“Siempre nos ponemos de acuerdo para venir (al cementerio) y de ahí pasamos todo el día juntas. El día ha estado bonito, ha estado fresco también”, refirió Carmen respecto al clima que hubo al mediodía en ese sector de Guayaquil.

El Cementerio Patrimonial recibió varias visitas durante esta mañana. La mayor afluencia se observó por la puerta 1, del lado de la calle Julián Coronel. Familiares llevaron flores y velas para encenderlas al pie de las lápidas de sus seres queridos y rezar juntos.

Fue la ocasión propicia para evocar anécdotas también. “Mi abuelita siempre estaba pendiente de nosotros”, dijo un hombre que estuvo con su familia en uno de los bloques de bóvedas ubicados por Julián Coronel.

Esta época también es aprovechada por quienes no tienen un empleo formal y se dedican a la limpieza de lápidas y colocación de flores en las bóvedas de la parte alta de los bloques. Otros, en cambio, ofrecen aclarar las letras de las lápidas y ganar ingresos ocasionalmente.

Aquello se evidenció esta mañana desde la puerta 1 hasta la puerta 6 del Cementerio Patrimonial, donde este jueves se oficiarán misas campales en el sector de la Cruz Grande, en horario de 11:00 y 12:00.

En el cementerio municipal Ángel María Canals, en las calles 38 y la F, suburbio de Guayaquil, también hubo movimiento.

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Poco antes de las 13:00 estuvo allí Ernesto Valarezo. El hombre visitó la tumba de su hermano que murió hace 17 años producto de un mal golpe que recibió mientras celebraba la mayoría de edad.

Valarezo llegó con su esposa, Grace Soria, y la hija de ambos. De allí tenía previsto recorrer las bóvedas de otros familiares sepultados en el suburbio.

En las inmediaciones de este cementerio hubo oferta de flores sintéticas y naturales desde $ 1. (I)