En el tramo del sendero Guayaquil-isla Santay, de 2,6 kilómetros de longitud, se han instalado 750 tablones de caucho de neumáticos en reemplazo de las tablas de madera plástica en las que por su deterioro se han formado huecos de grandes dimensiones.

Esto es parte de una alianza entre el Sistema Ecuatoriano de Gestión Integral de Neumáticos Usados (Seginus), Sambito y el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, para mejorar este tramo de la isla Santay, un destino turístico preferido por propios y extranjeros.

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El material instalado en los senderos se obtuvo de la reutilización de 1.500 llantas fuera de uso reciclado. El tramo del sendero Guayaquil-isla Santay actualmente se encuentra con un sinnúmero de huecos, también con ciertos espacios que no cuentan con las barandas que son, igualmente, de madera plástica.

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Los tablones de caucho tienen una duración de más de 30 años y el material es bastante cómodo para los habitantes y turistas que suelen transitar por la zona, se indicó este miércoles 8 de noviembre durante un recorrido por el sitio.

Seginus contribuyó con una donación de la materia prima y de la instalación junto con la comunidad. La implementación se ejecutó entre julio y octubre, sin embargo, aún no ha sido completamente renovado todo el trayecto de los 2,6 kilómetros.

Tablones de madera plástica que no han sido reemplazados Foto: Arianna Ramos

El director ejecutivo de Seginus, José Javier Guarderas, indicó que la caminería con tablones de madera plástica del tramo Guayaquil-Santay ha presentado problemas para los habitantes.

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También, que la Corporación asumió los costos para esta obra en coordinación con el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate).

Además, dijo que esperan que las nuevas autoridades entrantes puedan conseguir recursos para solucionar esta problemática.

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La caminera del lado Durán-isla Santay se destruyó hace tiempo y actualmente quienes quieren llegar desde la ciudad ferroviaria al humedal lo hacen por medio de lanchas.

En la isla Santay viven 70 familias, en total 300 habitantes, que circulan diariamente por el sendero. (I)