Rocío Apolo jamás pensó que a sus 38 años iba a culminar sus estudios de colegio. Fue hace 23 años que puso en pausa esa meta que todas las jóvenes tienen antes de los 18.

Tenía 15 cuando logró terminar el quinto curso y quedó embarazada de su primera hija. En ese tiempo, en los colegios no se permitía que una embarazada continúe estudiando, por lo que decidió abandonar la institución que quedaba en el norte de Guayaquil.

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Corría el 2000, año en el que el tema del embarazo a temprana edad era mal visto y se ‘condenaba’ con la expulsión en los colegios.

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Aproximadamente unos cinco años después trató de ingresar a un colegio para terminar su bachillerato, pero ahí tuvo a su tercer bebé. El embarazo fue riesgoso porque tuvo placenta previa, lo que la obligó, una vez más, a abandonar los estudios.

Con sus tres hijas, decidió inclinarse al trabajo junto a su esposo y la terminación del colegio quedó en segundo plano. Esto le provocaba una sensación de insatisfacción, ya que su padre siempre quiso que ella se gradúe y acceda a la universidad.

“Él me decía que yo ya debía haber terminado mis estudios, que si ya fui mamá, ya soy esposa, que ya debería pensar en mí, que cuándo le cumpliría su promesa”, relata.

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Rocío Apolo junto a sus dos hijas y la medalla que recibió por ser el mejor promedio. Foto: El Universo

Durante su escuela obtuvo buenas calificaciones y hasta el quinto año de colegio era una de las mejores.

De hecho, 23 años después, cuando ingresó al programa Unedis, esa buena racha continuó y logró graduarse con el mejor promedio.

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Esta vez, las personas que la aplaudían en las primeras filas eran sus cuatro hijas: Alejandra, Agatha, Ariana y Ángela. Su esposo, aunque no estuvo durante la ceremonia, fue su apoyo durante el año de estudio que cursó, al igual que sus hijas.

Todos están involucrados en el comercio; entonces, apenas Rocío retomó el colegio, se redistribuyeron las funciones para que ella tenga un espacio para las tareas y oficios que demanda el último año de bachillerato.

Todos los días después de las 22:00 tomaba su computadora para realizar deberes, asimismo los sábados.

Rocío es una de los 21 adultos, con edades comprendidas entre los 19 y 49 años, que conformaron la primera promoción de graduados de la Unidad Educativa San José (PCEI) Unedis Online.

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Este es un programa que fue presentado en mayo del 2023 por parte de la Sociedad de Beneficencia de Señoras de Guayaquil.

Unedis es una alternativa de educación a distancia, con la finalidad de que aquellos adultos con escolaridad inconclusa puedan culminar sus estudios secundarios.

La licenciatura de su hija mayor, cuenta Rocío, fue el empuje para preguntarse por qué no.

También ver como una hermana, casi a su misma edad, se graduó de licenciada. Ambos casos fueron la pieza que faltaba para decidirse, por tercera vez, a estudiar y terminar el colegio.

Una hermana fue la que le recomendó la institución que, el pasado martes, la graduó finalmente luego de 23 años.

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Durante la ceremonia fue aplaudida y en su rostro se dibujó la misma sonrisa de satisfacción que hubiera tenido a sus 17 años.

Le colocaron la capa, el birrete y en el pecho le colocaron una medalla que ahora la guarda en la sala de su casa como una reliquia y como la muestra del esfuerzo durante un año.

Este paso que logró a Rocío no la detiene. Ahora en la mira está empezar sus estudios en Derecho. La vida, comenta, incluso le alienta a seguir ya que en esa universidad privada logró una beca. Su etapa universitaria la empezará el próximo 25 de marzo.

“A eso voy, a eso quiero llegar, por mi familia, por mí, por mi papá. Al principio fue duro, pero lo logré, ahora que se venga cualquier reto”, dice animada Rocío. (I)