El concejal Raúl Chávez fue el encargado de exponer a detalle los ajustes que se hicieron en el presupuesto prorrogado del Municipio de Guayaquil para este 2023. El edil forma parte de cuatro comisiones en la administración de Aquiles Alvarez.

Chávez, concejal de la Revolución Ciudadana, integra el directorio de la Empresa Pública Municipal de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales de Guayaquil y también de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

Concejo de Guayaquil aprobó el presupuesto para el resto del año 2023

En esa línea, el edil ha sido uno de los más dinámicos desde su posesión en mayo de este año con intervenciones a favor de las ordenanzas para planes pilotos de comerciantes autónomos, redistribución de la ciudad y presupuesto.

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En entrevista con este Diario dio detalles sobre los proyectos de ordenanza que se están gestando y el estado de las arcas municipales.

Inicialmente se hablaba que la actual administración iba a asumir o iba a manejar un presupuesto de casi $ 1.000 millones. En la sesión de Concejo municipal del 3 de agosto se detalló que eran $ 656 millones. ¿Se estaba considerando antes el fideicomiso del nuevo aeropuerto?

No, no se lo estaba considerando porque eso es un tema aparte. El fideicomiso se va alimentando con los pagos que va haciendo, en este caso, el concesionario Tagsa al aeropuerto cada año.

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Sin embargo, es un fondo importante que dentro de diferentes planes que se están generando y que el alcalde los anunciará en su momento, seguramente tendrá impacto en el área social, más allá de la necesidad en su momento de poder tener un nuevo aeropuerto.

O sea, ¿se va a hacer uso de ese fideicomiso o todavía está en análisis?

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Está en análisis para ver cuál es el mejor mecanismo de poder utilizarlos.

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Entonces, ¿por qué se hablaba de alrededor de mil millones?

Porque si revisamos el histórico podemos darnos cuenta de que entre $ 700 y 800 millones eran los ingresos que recibía el Municipio anualmente. La falta de gestión que hubo hizo que no podamos cerrar con esos ingresos.

Nosotros hemos encontrado dentro de esta optimización administrativa que se pueden generar muchas fuentes de ingresos solo con gestión de cobro. Por ejemplo, hay muchas personas que adeudan al Municipio y que no lo saben. Hay un banco de personas que no han sido notificadas.

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¿Y eso lo están resolviendo de alguna manera?

Es un proceso, una decisión administrativa que compete a mejorar el área financiera para que no sea exclusivamente de recaudación de dinero y distribución a las direcciones. El área financiera debe ser eficiente en lo que es cobranza y eso es algo que lo vamos a fortalecer.

Entonces hablar de llegar a $ 1.000 millones no es una locura, es absolutamente posible cuando se tiene control y orden de tu financiación.

¿Descartado que se tope el fideicomiso del aeropuerto?

Por el momento no ha sido contemplado en ninguna reunión, al menos en las que yo he estado. Le podría asegurar que el dinero del fideicomiso será utilizado para el desarrollo de vía a la costa, para el aeropuerto.

Evidentemente, el alcalde está trabajando en una propuesta para mejorar sustancialmente las condiciones que en un inicio se plantearon respecto a este tema.

¿Se considera alguna ordenanza en específico o proyecto para este sector?

Vía a la costa es una prioridad para nosotros, lo demostramos desde el día que llegamos. La gente de vía a la costa lo sabe. Dentro del 2024 se están estableciendo obras que ayuden a solucionar, en este caso, el tráfico que se genera dentro de la única avenida que hay en esa zona.

Adicional a eso, cuando se termine de consolidar la construcción del nuevo aeropuerto, eso va a ir de la mano con una carretera paralela que obviamente debe ser financiada por el Gobierno. Eso va a mejorar mucho más el tema de la solución vial de vía a la costa.

Pueden tener la plena seguridad de que al menos una obra importante se va a incluir dentro del PAC del próximo año 2024, que va a ayudar sustancialmente a mejorar el tráfico dentro de la vía.

¿Y cuál esa obra?

Lo anunciará el alcalde en su momento. Todo sería a partir de 2024, las obras que hoy tenemos en ejecución ya están comprometidas.

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¿La obra del aeropuerto se la deja en pausa?

No, la idea es avanzar con el tema del aeropuerto, pero con un mecanismo diferente que eso lo anunciará el alcalde en su momento.

Lo único que pueden estar seguros los ciudadanos guayaquileños es que la decisión que se tome va a ir en función de lo que se necesita para Guayaquil y tratando de investigar las necesidades más urgentes.

Efectivamente, nosotros recibimos un presupuesto prorrogado de $ 755 millones y hoy lo hemos reducido a $ 656 millones.

¿Qué es lo que se ha hecho?

En función de lo que ya existía, de lo que estaba contratado, identificar cuáles eran los temas más necesarios. Y sobre eso reforzarlos, llegar a un plan de pago con los contratistas, con los proveedores y los que no estaban dentro del plan que nosotros nos hemos trazado, pues dejarlos de un lado y generar acuerdos directos.

Evidentemente intentando en lo menor posible generar prejuicio para nadie. Porque no se trata de entrar a destruir, sino más bien de organizar y planificar.

¿Qué se ha considerado para ajustar el presupuesto de 2023?

Hay que entender que las fuentes de financiamiento del Municipio vienen de tres partes. Los ingresos corrientes, el ingreso por capital y el ingreso de financiamiento. El ingreso corriente son todas las tasas, los impuestos, cualquier ordenanza que genera directamente el Municipio hacia los ciudadanos.

Los ingresos por capital son todas las transferencias que le hace el Gobierno, en este caso al Municipio y los ingresos por financiamiento son los saldos de caja, las cuentas por cobrar y todo el financiamiento que podemos tener con los diferentes multilaterales.

Es importante entender que para poder acceder a estos financiamientos, adicional a que los indicadores tienen que ser positivos por parte del Municipio, son procesos que hay que empezarlos al menos con ocho o diez meses de anticipación para después generar el desembolso.

Creemos que parte de la falencia de la administración anterior en poder ejecutar el presupuesto que ellos habían dejado era precisamente eso. Nunca iniciaron un proceso de gestión para el financiamiento el año pasado y, por ende, este año no van a llegar esos recursos.

O sea, ¿ustedes no recibieron procesos de financiamiento para recibir en estos meses?

No en los valores como se los había presupuestado y es por eso que vemos que hay un déficit, un hueco presupuestario de $ 99 millones.

Esos $ 99 millones formaban una cierta parte del financiamiento externo. ¿Cuánto?

Aproximadamente el 50 %, correspondía a planes que tenían que llegar. Vemos a lo largo de Guayaquil muchas obras que están paradas, muchas de esas obras vienen con financiamiento externo. En la mayoría de los casos los contratistas se han tenido que frenar porque no ha habido ningún tipo de desembolso por parte del Municipio y en función de ello no han podido seguir.

Ahí vemos la molestia ciudadana de todas las obras paradas, pero eso también ha sido consecuencia de la mala gestión para el financiamiento.

El presupuesto del 2024 se debe entregar en octubre. ¿Cómo se está trabajando en ello?

Estamos en un ejercicio doble, digamos, al ajustar el presupuesto prorrogado. Hoy estamos en el proceso de definición de prioridades con cada dirección o cada institución municipal. La idea es hasta octubre, primero porque lo demanda la ley y segundo porque así lo tenemos planificado, poder presentarlo al Concejo y, en el caso de que no exista ninguna observación, pues que sea aprobado.

¿Ya se tienen establecidas cuáles van a ser esas prioridades?

Me parece que no es responsable definirlo en este momento porque todavía no se termina de pasar información por parte de las direcciones. Lo que sí puedo decir es que todo lo que se planifique y se ejecute dentro de esta ciudad va a ir encaminado al verdadero desarrollo del bienestar de todos los guayaquileños, sobre todo, en las partes más necesitadas que hoy tiene la ciudad.

Normalmente, cuando un sector tiene necesidad de obra pública, la inversión es mayor. En 2023 cae sobre el distrito 2 la mayor inversión con el 46 % que equivale a unos $ 300 millones.

En esos sectores con prioridad están las zonas más olvidadas como Monte Sinaí, Flor de Bastión, Sergio Toral, Janeth Toral. Allí, en algunos casos, no hay alcantarillado, no hay acceso a agua potable, ni siquiera hay acceso a calles asfaltadas. En función de eso, la inversión va a ser mucho mayor.

En la administración anterior gran parte de la obra pública se destinó y se proyectó para el norte y noroeste. ¿Se continúa en esa línea?

Todo Guayaquil tiene zonas en las cuales hay que hacer intervenciones. Pero, definitivamente, el noroeste es el que más necesita. Primero por un punto de vista humano, por una visión que hay desde el alcalde y desde esta administración de que no podemos permitir que seres humanos vivan en malas condiciones. Por otro lado, para tener una ciudad que realmente busque ser un ícono, se debe tener un liderazgo a nivel de Latinoamérica y a eso debemos apuntar, no solamente ir tapando baches, sino ser un modelo de desarrollo.

Necesitamos que la ciudad en su conjunto avance junta, o sea, no es estratégico que tengamos una zona desarrollada o consolidada, con muchas carencias, pero igual consolidada y tengamos otra que no tiene nada.

¿Qué proyectos de ordenanza se están gestando o se vayan a presentar pronto?

En la planificación está crear una empresa pública de movilidad que permita administrar la metrovía, la aerovía y el transporte fluvial que es algo que se viene desde el próximo año, el inicio en la construcción de las bases para poder contratarlo y si Dios lo permite antes de terminar los cuatro años ya verlo funcionando.

¿En qué etapa están para la ejecución del proyecto de transporte fluvial?

Estamos dentro de los estudios para poder establecer un proceso responsable y a la altura de lo que necesite Guayaquil. La idea es que sea histórico.

Se analizar crear una empresa pública, pero en su momento existió una fundación que administraba la Metrovía.

Existía una fundación, una fundación que se la liquidó porque quebró. La idea es que una empresa pública cuente con recursos propios del giro del negocio y que en función de eso pueda ejecutarlo. Nosotros como municipio vamos a hacernos cargo de la operación para poder garantizar el servicio a todos los ciudadanos.

Hoy por hoy, por como se conformó este tema de la Metrovía con consorcios y demás, tenemos un servicio sumamente deficiente y que no presta las garantías, ni el nivel que se merecen todos los guayaquileños. Nosotros como municipio vamos a entrar a solucionar ese tema.

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¿Esto de la empresa pública que agrupe los sistemas de transportación ya tienen previsto cuándo entregar el proyecto o lo están elaborando?

La idea es que antes que termine el año ya tengamos formado, al menos aprobado en el Concejo, tomando en cuenta de que esto fue parte de la propuesta de campaña. Asimismo, poner a funcionar la troncal 4 que hoy está abandonada. Está siendo intervenida por parte de la Dirección de Obras Públicas en algunos sectores que por falta de mantenimiento están desmejorados y otros que nunca terminaron de construirse bien.

La empresa que no va a costarle más al Municipio porque el objetivo es que el presupuesto que hoy está ocupando la ATM de este sector de movilidad se traslade a la empresa pública.

¿Qué otras ordenanzas están en cola?

Se tratará en primer debate (se debatió y se aprobó el jueves 10 de agosto) una ordenanza para la reforma de espectáculos públicos que busca incentivar a los pequeñas y medianas empresas o personas particulares que se dedican a organizar eventos.

Lo que busca la ordenanza es liberarlos de esa garantía que se tiene que entregar, pero ser mucho más estrictos en el formulario que les dé el permiso para poder generar este tipo de eventos. Con eso lo que se busca es, por un lado, incentivar la economía de los que se dedican a este tipo de negocios y, por otro lado, darle un contenido ya sea cultural o de entretenimiento a los ciudadanos. (I)