Agustín Pardella confiesa que trabajar en una película como La sociedad de la nieve le abrió una puerta importante en su vida: la de la confianza profesional, “y que la gente no me pregunte: ¿dónde actuaste?, ¿qué famoso actúa en esa película?”, dice el argentino que lleva trece años en el oficio de actuación.

Roberto Canessa y Agustín Pardella en Ecuador: ‘Ahora somos como dos viejos amigos que se encuentran después de haber pasado la película’

Cuenta que luego de seis meses de su icónica interpretación de Fernando Parrado en la producción de Netflix, estrenó una obra donde se metía en la piel de un hombre que imaginaba sus personalidades, luego hizo una película donde que matar zombies, y acaba de terminar una película basada en un libro de Roberto Bolaños. “Aprendí que todas las olas son importantes (...) para mí lo más importante en la vida es poder interpretar emociones y que lleguen con una honestidad brutal”, declara.

Hace poco estuvo a punto de tener entre las manos una estatuilla dorada, gracias a la nominación a mejor película internacional que recibió La sociedad de la nieve, pero es algo que poco le importa. Es más, confiesa: “No vi los Óscar”. Y continúa: “Soy un poco reacio a ese tipo de eventos. Siento que está muy armado. Valoro el hecho artístico. Si bien valoro estar reconocido por la industria más grande de cine, es algo a lo que no trato de darle la importancia, porque si le brindo la importancia y después me llevo esa decepción me puede pegar en el ego de una manera negativa”, sostiene en conversación con EL UNIVERSO.

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Agustín Pardella, actor de la película 'La sociedad de la nieve'. Foto de Ronald Cedeño. Foto: RONALD CEDEÑO

“Amo el teatro, amo la autogestión. Vengo de un país que te incita a ser autogestionado y eso me ha enseñado el valor que tiene”, indica Pardella, quien mientras forjaba su camino hacia las artes escénicas, miraba la forma de llevar ‘el pan a la casa’, trabajando de lo que sea.

“He trabajado de camarero, he limpiado baños, he trabajado de mesero, de recepcionista, he visito guía de visitas en teatros, pero siempre actor. Si bien estaba vendiendo mochilas cuando me preguntaban no decía que era vendedor, decía que era un actor que estaba actuando de vendedor. Pero agradezco mucho porque también me hace valorar todas las oportunidades que la vida me regala para poder actuar”, cuenta el también cantante y actual novio de la actriz y compositora Victoria Maurette (Rebelde Way).

Durante su paso por Ecuador dice estar sorprendido con la hospitalidad de la gente y la gastronomía local. “Manejan un nivel de materia prima que estoy sorprendido, yo soy cocinero. Pero con lo que más sorprendido me voy, es con la inteligencia emocional que tienen en Ecuador, demostrada con la hospitalidad que nos recibieron”, declara el joven de 30 que que participó en varias conferencias testimoniales con Roberto Canessa (superviviente del accidente de avión en la cordillera de los Andes en 1972), en Cuenca, Quito y Guayaquil.

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En la piel de un sobreviviente

Agustín Pardella, actor de la película 'La sociedad de la nieve'. Foto de Ronald Cedeño. Foto: RONALD CEDEÑO

Pardella confiesa que le costó mucho regresar a la normalidad luego de meterse en la piel de un hombre que tuvo que experimentar hambre, terror, angustia y esperanza. “La terapia psicológica me salvó la vida, yo volví realmente siendo un idiota, violento, enojado, y no entendía por qué, claro tenía la espalda llena de esa carga emocional”, declara en un encuentro con la prensa.

Entender lo que atravesaron unos hombres atrapados en la montaña por 71 días requirió de mucho preparación mental y física, que incluso lo obligó a reducir su peso corporal para acercarse más a la dolorosa experiencia del personaje real. “Tuvimos la fortuna de estar ensayando durante tres meses. Ensayamos todos los días, ocho horas, buscando esa desesperación, entendiendo esa desesperación, esa angustia, de dónde viene, de dónde puede llegar a venir, por qué puedo llegar a sentirme así”, explica.

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“Me miraba en espejo y me generaba tristeza. Cuando volví a casa me costó separarme. Actúo hace trece años, y fue la primera vez en mi vida que me costó soltar, volver a ser Agustín”, añade.

Dice que tiene su propio método actoral y consiste en: “buscar la autenticidad en lo que yo estoy sintiendo, ensayar y repetir hasta que realmente me miro en el espejo y me estoy creyendo lo que estoy diciendo. Yo no tengo hermana, tuve que sufrir la muerte de una hermana...”.

Este papel dice haberle enseñado a valorar cada minuto de su vida. “No nos damos cuenta de lo maravilloso que es el hecho de respirar, de estar vivo, de poder oler una flor, de ver un pajarito que está volando, sentir una caricia. Los pequeños son más importantes. Este proceso que hice yo de internalizar todo este sufrimiento y toda esta desesperación me llevó a agradecer más el estar vivo”, expresa el actor que tuvo la oportunidad de conocer a Parrado, el personaje original, y generar una conexión muy fuerte con él. “Él siempre mantuvo una actitud, una generosidad y una amabilidad para contarme los recuerdos de su vida”, afirma. (I)