Pese a su actitud reservada y parca al dialogar, Juan Carlos Paredes no vacila al momento de exponer lo que piensa. Está consciente de que su marginación de la Selección nacional se debió al bajo rendimiento exhibido este año en sus anteriores clubes: Watford de Inglaterra (entre 2014 y 2017, donde logró el ascenso a la Liga Premier en su primera temporada, pero luego perdió la titularidad) y Olympiacos de Grecia (2017, donde no logró afianzarse en sus 6 meses de estadía). A sus 30 años, la Hormiga insiste en su deseo de retomar el nivel que le llevó a lograr el torneo ecuatoriano con Deportivo Quito en 2011, a figurar como el fichaje nacional estelar de Barcelona en 2013 –que había sido monarca el año anterior– y a adueñarse de la banda derecha de la Tri que disputó el Mundial de Brasil 2014. Hoy en filas de Emelec, Paredes asegura que no habrá ninguna “revancha” mañana en el Clásico del Astillero.