Si la derrota 0-3 ante Gremio en Guayaquil ya se tornaba cuesta arriba para Barcelona en Brasil, los problemas de logística de aviación convirtieron en una odisea el traslado de los canarios hacia Porto Alegre, donde hoy deben jugar la vuelta de la semifinal de la Libertadores. Hasta ayer la plantilla seguía varada en Santa Cruz, Bolivia.