La fiesta estaba lista. Los hinchas se encomendaron a lo divino, a lo futbolístico, a sus figuras en cancha, pero a punto de celebrar, el estadio Metropolitano quedó en silencio con el gol de Antonio Sanabria que selló el 2-1 para Paraguay, y dejó a los colombianos en espera hasta la última fecha para buscar el cupo al Mundial de Rusia.