Ni a John Chancellor, zaguero del Delfín, club favorecido por la pena máxima, lo convenció plenamente la sanción del árbitro Roddy Zambrano, quien pitó como penal una acción que no fue tal y que decidió el resultado del partido en que Barcelona se encaminaba a ganar tres puntos y a terminar con el invicto en el estadio Jocay.