La palabra “renovación” es muy vendedora; el concepto “renovación” es seductor en sí mismo. Por ello, la nómina de 30 futbolistas escogidos para la Selección Ecuatoriana con vistas a los dos últimos compromisos de la Eliminatoria genera simpatías por un lado, esperanza por otro. Y quienes no coinciden en algunas citaciones al menos no levantan la voz. Todo intento de cambio siempre suena saludable, es bienvenido, especialmente en este caso, por el desencanto generado en el tramo final de la Eliminatoria. No obstante, la lista no deja de ser sorprendente por la insólita cantidad de nombres nuevos. Visto a la distancia, no podemos apartarnos de un precepto sagrado: no opinar de lo que no vemos. De modo que sería poco serio evaluar a jugadores del torneo local de Delfín, Macará, Cuenca, Universidad Católica, El Nacional, a los que no vemos desempeñarse cotidianamente. Distinto es el caso de los efectivos de Barcelona y Emelec, a quienes uno conoce y ve con cierta frecuencia en Copa Libertadores, incluso en los clásicos, que seguimos por Internet.