Han tenido que pasar 27 años para que se recuerde una de las gestas deportivas más destacadas del béisbol ecuatoriano; la del domingo 22 de julio de 1990, cuando un grupo de niños conquistó de manera emotiva el Campeonato Sudamericano Infantil al doblegar en la final a Brasil 8-7, en el último episodio, en el Aurelio (Yeyo) Úraga.