Cinco meses y monedas después de su última función, vuelve la eliminatoria. Con toda la carga de adrenalina y tensión que ninguna otra competencia supera. Ninguna acciona los nacionalismos ni los desafueras como esta. Más ahora que transita la recta final y con la bandera a cuadros a la vista. En estas instancias cada punto es una pepita de oro, incluso cada gol es una perla valiosa para engrosar la diferencia entre marcados y recibidos, que puede decidir un cupo.