Pepe Tamariz Crespo tiene un lugar señero en la gran historia del Barcelona Sporting Club, entidad que presidió entre 1978 y 1982 sin la más leve sombra y con el aura de su talla moral indiscutida. El resultado de su gestión tiene signos dorados: el club más popular del país ganó los campeonatos nacionales de 1980 y de 1981.