El 4 de enero de 2016, una fecha clave para entender lo que es el actual Real Madrid. El conjunto blanco atravesaba hasta ese momento un camino incierto y sin rumbo definido. Tras una prematura eliminación copera contra el Cádiz y sin conseguir los resultados esperados en el campeonato liguero, destacando la goleada recibida en el Santiago Bernabéu (0-4) a manos del Barcelona, los días de Rafa Benítez en el cargo parecían estar contados. El 3 de enero de aquel año sería el último partido del entrenador en el banquillo blanco, escasos meses después de su llegada. Aquel día, el Madrid empató en Mestalla (2-2) y la paciencia se agotó.