El Brasil 1, Alemania 7 de hace tres años fue el disparador de una idea: evocar goleadas implacables que laceraron el orgullo de grandes clubes o selecciones. Naturalmente hubo muchas curiosidades, como Australia 31, Samoa Americana 0, Hungría 10, El Salvador 1 en el Mundial de España 1982, y muchas otras, sin embargo, esas disparidades no cuentan más que estadísticamente. Hay resultados mínimos que generaron terremotos, como Estados Unidos 1, Inglaterra 0 en 1950 o Corea del Norte 1, Italia 0 en 1966, resultados que les costó a ambos grandes la eliminación.