En su primera campaña llevó a los Golden State Warriors a su primer anillo, en la segunda firmó la mejor temporada regular de la historia, aunque no ganó el título, y en la tercera ha recuperado el trono de la NBA con unos playoffs casi perfectos. Una hoja de servicios impecable para un recién llegado a los banquillos. Es Steve Kerr, el hombre encargado de dar el golpe de timón definitivo para convertir al equipo de la bahía en una franquicia ganadora.