El mal estado de los campos de entrenamiento en Sangolquí obligó a la plantilla de Clan Juvenil a buscar alternativas para cumplir sus jornadas de entrenamiento, entre estas, trasladarse a parroquias aledañas a Quito como Uyumbicho y Calderón; sin embargo, el trabajo dirigencial consiguió un acuerdo con la Liga Barrial de Loreto y adaptó la cancha para el uso del plantel.